Apple hace una trampa: se apoya en el el reloj para confirmar la identidad. Pero funciona. El desbloqueo con la mascarilla no es la única característica nueva del iOS 14.5 ni la más importante.
La compañía de la manzana mordida ha tardado un año en afinar el desbloqueo del iPhone cuando tienes la mascarilla puesta. Es cierto que, entre medias, hizo un pequeño apaño para que reconociera que el usuario la llevaba y solicitara casi instantáneamente la clave. Pero era eso: un apaño.
Pero, ¿por qué es tan importante el desbloqueo facial en Apple? Otras compañías que lo usan tienen el mismo problema y, sin embargo, no han modificado los sistemas operativos. La respuesta es que Apple ha apostado mucho por el Face ID.
Su sistema de reconocimiento facial es el más robusto, casi inviolable, y es el motivo por el que mantiene un flequillo tan grande en su pantalla. Por él se asoma la famosa (en el mundillo Apple) cámara TrueDepth, en realidad un conjunto de cámaras y proyectores que se encarga de capturar un mapa virtual del rostro del usuario basado en 30.000 puntos proyectados sobre el rostro.
El sistema se apoya en parte del trabajo de los procesadores neuronales (los A11, A12 Bionic, A12X Bionic, A13 Bionic…) para captar los datos, analizarlos y compararlos con los del usuario. Y funciona, con luz y a oscuras; con barba y sin ella; con gafas de sol o graduadas o con lentillas… Es un aspecto totalmente diferencial de Apple con respecto al resto de las marcas de móviles.
No funciona sin el Apple Watch
De este modo, Apple necesitaba recuperarlo. Pero lo ha hecho con trampa. Sólo funcionará si el usuario del iPhone (a partir del X) lleva a la vez un Apple Watch. El nuevo iOS -el sistema operativo de los iPhone- se basa en el reloj para comprobar la identidad. El Apple Watch está protegido frente a pérdidas o robos y cuando pierde el contacto con la piel del usuario se bloquea, así que lo usa como llave. Cuando queremos usar el móvil, comprueba que el reloj está conectado y cerca y lo desbloquea. Como media de precaución, se puede volver a bloquear el iPhone desde el propio reloj.
Sin embargo, en la entradilla decía que esa no es la novedad del sistema operativo más importante y que más comentarios ha suscitado. Es la posibilidad de bloquear el seguimiento que realizan las aplicaciones que instalamos en el móvil y que son la base de la publicidad programática.
A partir de ahora, al abrir una nueva app, cuando pida permiso para rastrear tu actividad, informará de los parámetros que rastrea y se podrá bloquear para que no lo haga. Además, se puede deshabilitar el permiso de seguimiento de forma genérica en la configuración, en la sección de Privacidad. Ya ni tan siquiera preguntarán, saben que la respuesta es NO.
No con mis datos
Eso no quiere decir que no vayamos a recibir publicidad, sino que empresas como por ejemplo Facebook no tendrán acceso a los datos derivados de nuestra actividad de navegación, no sabrán lo que buscamos en la red, lo que hemos comprado o lo que nos interesa. Esos son los datos que dan valor al mercado de la publicidad: dirigirte con tu oferta de productos a quienes son receptivos a ellos, los quieren, los necesitan o aspiran a tenerlos. Ese es el gran negocio no sólo de Facebook sino de otros gigantes de la red. Por eso se han enfadado tanto con esta característica del iOS 14.5.
La actualización trae bastantes más novedades, además de un parche de seguridad para tapar una brecha recientemente detectada. Hay una que me parece curiosa. Cuando te haces un selfie, en la pantalla te ves como si te miraras en un espejo. Pero, cuando guarda la foto, la invierte.
No es que pase gran cosa, pero si un día te ves estupendo, posas con tu mejor cara y te haces un selfie como para un book y al verlo la cara está volteada y mira para el otro lado, no te gusta nada. Eso ahora se arregla activando Conservar efecto espejo en Configuración, en Cámara, en el apartado Composición.
Si (
No(
