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Por Adrian Cascante
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viernes 09 de julio de 2021, 13:49h

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Actualmente, la industria de los videojuegos es uno de los sectores que más beneficios genera a nivel mundial, superando incluso al cine y la televisión, considerados los grandes pilares del ocio. Este dato, se traduce en unas ganancias que rondan los 147.000 millones de euros de forma anual una cifra que se ve incrementada cada año, con un crecimiento de hasta el 20% entre los años 2019 y 2020. A pesar de ello, la historia de la industria de los videojuegos cómo una superpotencia económica es relativamente corta y los ciberdelincuentes han comenzado a darse cuenta de la multitud de posibilidades que esta industria podría llegar a ofrecerles.

Los cibercriminales han visto en la industria de los videojuegos una auténtica oportunidad, pero ¿cómo podría llegar a aprovechar un delincuente los videojuegos para su propio beneficio? La respuesta es sencilla, a través de las compras internas en los propios títulos. Estamos hablando del proceso de lavar dinero, un acto ilegal que los juegos online facilitan sin quererlo. La mayoría de organizaciones delictivas y delincuentes de bajo perfil han decidido optar por los juegos online cómo herramienta principal para blanquear capitales, dado que los juegos en línea disponen de compras internas, un proceso mediante el cual los propios delincuentes pueden adquirir objetos virtuales dentro del juego y posteriormente revenderlos o crear mercados ilegales de este tipo de objetos con el objetivo de blanquear los beneficios obtenidos mediante acciones ilegales.

Reventas con descuentos

La estrategia de los ciberdelincuentes es sencilla, se basa en hacer uso del dinero obtenido mediante actividades de carácter ilegal, de tarjetas de crédito robadas a través del phishing e incluso cuentas de PayPal sustraídas, con el objetivo de realizar compras de monedas virtuales o ítems del juego que puedan adquirir un valor posterior para otros usuarios. De esta forma, los objetivos virtuales adquiridos se venden a otros jugadores que desconocen el origen de dicha compra pero que se ven atraídos por descuentos que suelen realizarse para poder vender dichos bienes online de una forma más eficiente, exponiéndose durante un menor tiempo ante los postores. Gracias a este método, una vez el dinero ha vuelto a convertirse en ganancias reales, ya ha sido blanqueado por completo y resulta legal.

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A pesar de ello, este tipo de intercambios ya cuentan con varios métodos que tratan de prevenir el blanqueo; algunas de las compañías y videojuegos son sujetos obligados, por lo que sus monedas virtuales están más protegidas al disponer de una condición que se les otorga gracias al régimen de prevención del blanqueo de capitales que actualmente está vigente en España. Gracias a este sistema, las compañías se ven obligadas a remitir al Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias, todo tipo de operaciones sospechosas que se den dentro de sus videojuegos. Son parte de este sistema algunos de los juegos que más usuarios activos albergan cada día, cómo es el caso del World of Warcraft, el Fortnite o el Valorant, tres juegos que cuentan con la posibilidad de adquirir divisas digitales a cambio de dinero real de los jugadores.

Mercados secundarios

Los mercados secundarios son uno de los recursos que más utilizan los blanqueadores en la actualidad y el videojuego Counter Strike: Global Offensive es el que más se ve afectado por ellos. Para tratar de frenar esta práctica, la compañía encargada del juego decidió restringir las llaves de contenedor del juego, vinculándolas de forma independiente a los jugadores que las obtenían, sin embargo, no ha sido suficiente. Este juego dispone de un mercado de su propia comunidad en el que se compran y venden diferentes ‘skins’ o apariencias de las armas que se usan en las partidas y alcanzan precios que superan los 1.500€, por lo que la compra-venta y la reventa de estos objetos virtuales supone una vía sencilla para el blanqueamiento de capitales que la compañía no puede limitar de forma sencilla.

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