Pensábamos que con el 90% de los españoles vacunados con dos dosis y una buena porción de la población con anticuerpos por haber sido contagiada o por haber estado en contacto con el virus SARS-Cov-2 las cosas iban a ir mejorando paulatinamente y podríamos regresar escalonadamente a la normalidad, por ejemplo, al trabajo en oficinas.
Pues la realidad va por sus caminos y se impone aunque no lo queramos. Estamos en una sexta ola y todavía no han comenzado las fiestas oficiales. Veremos lo que sucede a la vuelta de enero, pero me temo que el teletrabajo va a ser habitual. Así que las herramientas que se han ido lanzando para facilitarlo van a seguir vigentes. Por ejemplo, los altavoces de cuello SRS-NB10 (también sus hermanos mayores).
Es un invento que lanzó Sony en pleno verano. En lugar de utilizar unos cascos que te aíslan del entorno y no te permiten escuchar lo que sucede a tu alrededor, los SRS-NB10 son una especie de collar que cuentan con altavoces y micrófonos sin utilizar cascos ni de botón ni circumaurales o supraaurales.
La idea es que te los coloques al cuello, los conectes por Bluetooth al móvil y al ordenador y te dejen las manos libres a la vez que puedes escuchar desde lo que les pasa a tus familiares hasta si llaman al timbre de casa o pita la tetera. Es importante que sean multipunto: se pueden conectar simultáneamente a dos dispositivos (ojo, esta función no es compatible con Mac. Sí se pueden utilizar con un iPhone o un Mac, pero no a la vez) e intercambiar la fuente del sonido. Así, si estás atendiendo una videoconferencia y entra una llamada al móvil la puedes atender.
A pesar de que se pueda escuchar música en estéreo, los SRS-NB10 están diseñados para videoconferencias. Dos altavoces de rango completo alineados en la perpendicular de las orejas lanzan el sonido hacia arriba. Cuentan con radiadores pasivos integrados en la parte posterior para reforzar los graves y equilibrar el sonido.
La voz de los interlocutores en una videollamada -o una llamada de teléfono- se escuchan con claridad a un volumen lo suficientemente bajo como para no molestar al resto de los convivientes.
El sonido de salida también es nítido. De ello se encargan dos micros direccionales apoyados por un software que procesa la señal de audio para evitar el eco y la retroalimentación.
Los mandos -subir y bajar el volumen y parar, en el extremo izquierdo y silenciar el micrófono y encendido en el derecho- están colocados en la parte más accesible, en los extremos del collar.
Además de cumplir su función como herramienta para videoconferencias (o conferencias sin vídeo) o incluso escuchar música (no están diseñados para esto último), son muy cómodos. A los dos minutos de habértelos colocado te olvidas de que los llevas encima. Su peso (113 gramos) se distribuye alrededor del cuello y sobre las clavículas.
La batería le da para todo un día conectados: hasta 20 horas de conversación y la carga completa lleva sus buenas cuatro horas. Por cierto, viene sólo el cable USB a USB-C, sin el alimentador.
A pesar de que estén diseñados para utilizarlos en abierto, echo en falta un par de detalles: un puerto miniJack. Y es que únicamente se pueden conectar a través de BlueTooth. Me habría apetecido probarlos, por ejemplo, con la PlayStation, pero no permite conexión de audio BT. Por otra parte, tampoco estaría mal poder pincharle unos auriculares para mantener una conversación privada.
El precio oficial de estos SRS-NB10 es de 150 euros. Están disponibles en blanco o gris carbón y cuentan con protección frente a salpicaduras (IPX4).
Si (
No(
