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Prueba de la Samsung Tab S8 Ultra 5G

El Tab S8 Ultra, con sus 14,6 pulgadas de pantalla, tiene más sentido con la funda teclado Book Cover Keyboard.
El Tab S8 Ultra, con sus 14,6 pulgadas de pantalla, tiene más sentido con la funda teclado Book Cover Keyboard. (Foto: JLT)

Tab S8 Ultra 5G, ojo a esta... ¿tableta?

Por Javier López Tazón
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javierlopezgmailcom/11/11/17
martes 19 de abril de 2022, 09:00h

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La última propuesta de Samsung en tablet tiene ni más ni menos que 14,6 pulgadas de diagonal. Más grande que mi portátil. Es una pena que el sistema operativo -Android 12- no le dé para reemplazar 100% a un ordenador.

La Samsung Tab S8 Ultra es un bloque de aluminio y cristal de unos 32 centímetros de ancho por 20 de alto y apenas cinco milímetros y medio de grueso. De hecho, da un poco de reparo comenzar a trabajar con ella a pelo. La unidad de cesión de Samsung estaba, afortunadamente, acompañada por un complemento que me parece imprescindible por varios motivos, el Book Cover Keyboard.

Puede parecer extraño, pero sí, voy a comenzar a hablar de esta tableta por sus complementos. El primer motivo es que considero casi ingobernable la Tab S8 Ultra sin un elemento de sujeción. El segundo motivo es que el teclado-funda Book Cover Keyboard le aporta una profundidad de uso mucho mayor; suma a las características inherentes de una tablet las de un portátil con pantalla táctil y teclado físico.

La Tab S8 Ultra con el Book Cover Keyboard desmontado. Arriba, a la izquierda, la tapa trasera con una solapa practicable para guardar y cargar el S-Pen. En el lado opuesto, el propio teclado.

Ambos elementos, el teclado y el puntero dan su razón de ser a la S8 Ultra

Y, sin embargo, a día de hoy, el mensaje que aparece en la web de Samsung si se quiere adquirir este complemento es: "Lo sentimos, el producto ya no está disponible".

El otro complemento que le da mucho sentido a esta tableta gigantesca es el S-Pen. Aunque con alguna limitación. Y son limitaciones que no obedecen ni a la calidad del S-Pen en sí mismo ni de la tableta. Aquí se impone la experiencia de Samsung con sus móviles de gama Note y su interfaz sobre el sistema operativo Android. Ambos elementos, el teclado y el puntero dan su razón de ser a la S8 Ultra.

Tamaño, diseño y peso

A pesar de que me haya centrado en estos dos complementos fundamentales, lo que más sorprende al desembalar este equipo es el tamaño, el diseño y la ligereza (726 gramos). Que hayan mantenido 5,5 milímetros de grosor es todo un reto. La solidez se debe al aluminio reforzado (armor aluminium, lo llaman) con el que está construido el cuerpo, algo que se ve imprescindible. No se podría concebir ni por motivos de peso un equipo de semejante tamaño con cuerpo plástico.

En cuanto al diseño, nada que objetar. Tal vez, un par de leves pegas: una tableta de estas dimensiones va a estar apoyada en una mesa para dibujar, diseñar, bosquejar, resaltar, anotar... mucho tiempo. Por eso, lo más conveniente sería que el módulo de la cámara doble trasera no sobresaliera de la superficie. Es apenas imperceptible, pero esta debería ser una herramienta de precisión y la leve inclinación cuando se deja reposar sobre la trasera sin la tapa Book Cover Keyboard puede ser un inconveniente para los más exigentes.

El segundo pero es referente al S-Pen. ¿Dónde se guarda? Es algo que les pasa a todos (o casi) los fabricantes informáticos. Y no está resuelto definitivamente. Por ejemplo, Apple sujeta su Apple Pencil en el iPad mediante un soporte magnético en un lateral. Samsung en este Tab S8 Ultra lo hace en la parte trasera. Hay una franja de cristal negro a la altura del boque de cámaras perfectamente identificada en la que se imanta el S-Pen, pero no está igual de sujeto que en el caso del iPad. Es cierto que, de nuevo, la tapa trasera le echa una mano.

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Tapa, guarda puntero y soporte

La cubierta trasera cumple varias funciones. Por un lado, sirve para proteger la tableta, además en la parte superior tiene una solapa practicable en la que se encaja el S-Pen para guardarlo y cargarlo. Y la parte inferior se puede desplegar para hacer de soporte y poder colocar la S8 Ultra de pie en diversos ángulos. Es una pieza imprescindible para trabajar con el teclado -utiliza un conector propio-. Por cierto, las teclas resultan muy cómodas para escribir y el trackpad es de buen tamaño y sensibilidad. También es cierto, que al ser tan grande la pantalla, el Book Cover Keyboard es prácticamente un teclado convencional con teclas de buen tamaño.

Si el tamaño, diseño y ligereza sorprenden al desembalar el Tab S8 Ultra, cuando se enciende lo que sorprende es la pantalla. Grande es enorme. A pesar de que sepas que tiene 14,6 pulgadas de diagonal (la misma que los portátiles convencionales de aaaaantes, ahora lo habitual son las 13 pulgadas), cuando la ves encendida, parece que te sumerges.

Gran pantalla, y no solo por tamaño

Pero además es una super AMOLED con una resolución de 2960 x 1848 píxeles, con un refresco de pantalla de 120 hercios (se puede optar por 60 o 120 en la configuración) y es compatible con HDR10+. Estas características, junto con los cuatro altavoces firmados por AKG y un sonido estéreo compatible con Dolby Atmos, la convierten en un perfecto reproductor multimedia donde devorar series o películas.

Si es un gran soporte para vídeo, también lo será para juegos, ¿no? Pues no tanto. Uno piensa que con una gran pantalla se jugará mejor. Pero ¿cómo manejas un juego en una pantalla así? No es cómodo excepto que la coloques en su soporte y te hagas con un mando a distancia adecuado.

Habitualmente no acostumbro a fijarme mucho en las cámaras traseras de las tabletas. Me parecen más interesantes las frontales como herramienta de comunicación para las videoconferencias. En este caso, a pesar del tamaño, me parece que hay que detenerse un poco en ellas. Si bien uno no se ve a sí mismo sacando fotos con una tableta de más de 30 centímetros de ancho, sí es verdad que está pensada para diseño, creación... y ahí las fotografías pueden ser materia prima y fuente de inspiración.

La Tab S8 Ultra monta dos cámaras en la parte trasera que cumplen su función. Son, respectivamente, un gran angular con un sensor de 13MP y un súper gran angular de 6MP.

También en el frontal monta dos cámaras en la parte superior en formato apaisado. Y también se trata de gran angular y súper gran angular, en ambos casos de 12MP y con Auto Framing -encuadre automático-.

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Lo último de Qualcomm

Se encarga de mover este equipo el procesador móvil más avanzado de Qualcomm, el Snapdragon 8 Gen 1, en nuestro caso con ocho gigas de RAM y 128 de almacenamiento en memoria de estado sólido, que se pueden ampliar hasta un tera con tarjetas de memoria. El precio de esta unidad -que también cuenta con módulo 5G, lo que le permite mantenerse conectada fuera de redes WiFi- es de 1.299 euros. Hay una opción de 12 / 256 por 100 euros más. (Ojo, hasta el 24 de abril regalan unos Galaxy Buds2).

La batería, compatible con carga rápida a 45 vatios, pero hay que comprar el cargador aparte, es también enorme: 11.200mAh. Pero, hay que tener en cuenta que gestionar una pantalla de 14,6 pulgadas y casi cinco millones y medio de píxeles chupa energía a ojos vista. Para comprobarlo, no hay más que meterle un juego a 120 hercios...

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