TappWater tiene un problema. Sus productos están bien. Tienen una buena estética. Comparten un estilo de embalaje eco. Y navegan en una tendencia en ascenso: beber agua sana sin necesidad de botellas de plástico.
Entonces, ¿cuál es el problema? Básicamente, que es una compañía española. En la mayoría de Europa uno abre el grifo y el agua que sale se puede beber sin que cause problemas de salud. En la enorme mayoría de las localidades españolas, uno puede beber del grifo sin precuaciones -es cierto que la sequía hace de las suyas, pero aquí TappWater tampoco puede ayudar-. Y en sitios como Madrid, el agua no sólo es buena, sino que lo parece.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios, las mejores aguas de España son las de Burgos, San Sebastián y Las Palmas. Y las peores, las de Palma de Mallorca, Huelva, Barcelona y Ciudad Real. Si vives en una de las primeras, o en otras como Pamplona o Madrid... igual no hace falta que sigas leyendo este artítulo, pero si no te sienta muy bien el agua de tu ciudad, notas un sabor extraño... probablemente, desde TappWater tienen una solución, sin tener que acudir a agua embotellada.
Soy de los que piensan que el agua de Madrid es toda una bendición que no han logrado cargarse desde que en 1851 el Canal de Isabel II la trajo a la ciudad
Personalmente, soy de los que piensan que el agua de Madrid es toda una bendición que no han logrado cargarse desde que en 1851 el Canal de Isabel II la trajo a la ciudad. Y eso que en esta villa y corte no se andan con chiquitas con las privatizaciones. Pero, de momento, abrimos el grifo y ahí está, tan fiel como la Cibeles.
Así es el primer chupete bioelectrónico para medir la salud de los bebés en los hospitales
Leer más
Y, sin embargo, se le podrían poner ciertos reparos. Para empezar, se detecta la presencia de metales pesados, de nitratos (entre 0,5 y 7 miligramos de NO3 por litro) y también de cloro. Son datos de Canal de Isabel II. Si pasamos esa misma agua por el filtro de TappWater -según datos de "laboratorios independientes" suministrados por TappWater-, la cantidad de cloro se reduce de entre 0 y 0,15 miligramos por litro a 0-0,003; los nitratos merman sustancialmente de los 0,5-7 hasta 0,15-2,1 y los metales pesados se reducían en un 90% para dar como resultado "Excelente".
He estado probando dos soluciones de TappWater. El nuevo y mucho más compacto que el anterior modelo EcoPro Compact y la jarra filtrante PitcherPro. Cada uno tiene sus ventajas. Si me dan a elegir, probablemente, me quedaré con el EcoPro Compact en lugar de la jarra. Y tiene una explicación muy sencilla.
El filtro de la PitcherPro es algo más completo que el del EcoPro Compact, dura también algo más. Si prefiero el filtro que se acopla directamente al grifo es porque la jarra es demasiado gruesa en la parte baja para mi frigorífico. Es un inconveniente tonto, pero ahí está: no puedo colocar la jarra dentro del frigorífico. Mide algo más de once centímetros de diámetro en la parte más ancha y el límite de mi frigo es de 11. Por 15 milímetros tengo que elegir el filtro de grifo. Y mira que la jarra es más chula y completa...
En todos los casos, filtran cloro, cal, microplásticos, metales pesados, pesticidas y herbicidas, nitratos, impurezas por la corrosión de las tuberías... y, a la vez, mantienen los minerales del agua.
Los EcoPro utilizan un sistema de microfiltración de cinco etapas
Para obtener este filtrado de hasta 100 productos, los EcoPro utilizan un sistema de microfiltración de cinco etapas. La malla de propileno exterior se encarga de retener los microorganismos más grandes a la vez que protege el propio bloque de carbón.
La segunda fase corre a cargo de una capa de cargón activado hecho con cáscaras de coco. Es el encargado de filtrar el cloro y sus subproductos, además de pesticidas, herbicidas... y metales pesados como el plomo o el cobre.
Un segundo bloque de carbón retiene los microplásticos y otras partículas en suspensión de entre una y dos micras de diámetro, lo que también incluye a la mayoría de las bacterias. El agua debe atravesar otro bloque de filtrado que se encarga de la cal y del resto de metales pesados.
Por último, un tamiz final atrapa arena y otras impurezas presentes en el agua.
La jarra, con la misma efectividad, cuenta con un proceso de tres pasos
En el caso de la jarra, los pasos se reducen a tres, pero manteniendo la efectividad. El filtro de carbón activado se encarga de la mayoría de las partículas, incluido el cloro y sus derivados así com olos pesticidas y metales pesados o microplásticos. Integra en su bloque bolas alcalinas y de magnesio que se encargan de aumentar el pH y de convertir el óxido del agua en antioxidante. El resultado es combatir el mal sabor. Emplea la misma fórmula patentada por TappWater para evitar la formación de cal.
Imaginemos que vives en Palma de Mallorca, Huelva, Barcelona o Ciudad Real, las ciudades que OCU coloca en peor lugar por la calidad de su agua de grifo y estás dispuesto a comprar uno de estos filtros de la empresa española TappWater. Pues no es tan sencillo. Los filtros tienen una esperanza de vida en función de la cantidad de litros diarios que limpien, así que la forma de venta es más una suscripción en función de los litros de agua que se beben al día en casa.
Precio
Por ejemplo, en una casa con 2-3 miembros, se calcula que se utilizan para beber y preparar comida unos cinco litros al día. Habría que cambiar el filtro cada dos meses. Sería el plan M. Con el primer envío se recibe el TappWater con su filtro y, cada dos meses, enviarán un nuevo filtro. El coste del plan es de 98,90 euros al año.
Si optamos por la jarra, se puede comprar de una vez la jarra con su filtro por 49 euros (el filtro dará como para tres meses de agua fresca) o acudir a un plan anual: la jarra y cuatro recambios que se enviarán cada trimestre. En este caso, el precio será de 68,9 euros por año. Parece más lioso de lo que es, igual que la instalación del EcoPro Compact: con una llave inglesa, de perro o unos alicates vamos sobrados.
Si (
No(
