El Consejero Delegado de Ericsson, José Antonio López ha realizado una clara denuncia sobre el hecho de que se apoye desde los entornos oficiales a empresas que se limitan a bajar unos precios que están en la media de nuestro entorno, pero que no realizan inversiones ni innovan ni crean empleo.
López redundó en un problema planteado continuamente a los largo de la semana en la Universidad Menéndez Pelayo, que es el desequilibrio existente en el sector en este momento donde las empresas de servicios de Internet (OTT) no sólo tienen facilidades con respecto a las empresas históricas que generan riqueza y empleo en los países donde operan, sino que aprovechan las
infraestructuras y las obligaciones de éstos para montar sus negocios y obtener beneficios limpios. Así mismo, solicitó que los esfuerzos y recompensas tengan una distribución equilibrada y realizó una comparación entre las OTT, los fabricantes de dispositivos, los operadores y las empresas de equipos y servicios con respecto a la capitalización bursátil, la creación de empleo, la inversión en I+D y el pago de impuestos; donde las OTT y los fabricantes de dispositivos salen escandalosamente beneficiados con respecto a los operadores y las empresas de equipos y servicios como es la propia Ericsson.
Por otra parte, solicitó que se regule (regulación 2.0) la actividad de los agentes inversores, la compartición de infraestructuras y la frecuencia de los 700 MHz, ya que la de 800 MHz resulta insuficiente. Además, en cuanto a los modelos de negocio ha sugerido que se desbloquee la SIM de los dispositivos (SIM Lock), que se promuevan cambios en el mundo de los contenidos y las aplicaciones, que se diseñen tarifas diferenciadoras y que se normalicen los plazos de pago.
El CEO de Ericsson recordó que la obligación del Gobierno no sólo es atraer sino también retener a las multinacionales en nuestro país; que se debe incentivar la inversión en I+D y en talento y que antes de tomar determinadas decisiones como la retirada de subvenciones al empleo, habría que contar con las empresas, ya que las grandes entidades manejan presupuestos anuales que se han visto alterados a mitad de año.
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