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Por Pilar Bernat
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pbernattelycom4com /7/7/16
miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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Si algo nos va a traer el nuevo año es la lucha en el segmento de lo que se denomina los 'sub200'; es decir en la gama de smartphones que cuestan menos de 200 euros y en la que van a competir los varios agentes del mercado: los Samsung Tizen, los Firefox, algunos Nokia espectaculares y muy especialmente este nuevo Motorola G, un 'niño mimado' de Google optimizado para todo aquello que la multinacional considera relevante. 

Comercializado en diferentes colores y con la posibilidad de personalizar la carcasa, el MotoG es la estrella de la Navidad, no sólo por su precio y funcionalidad, sino porque tras el cierre de Motorola Mobility al comprar la compañía Google, parece que vuelven al mercado, que han entendido que España en cuestión de telefonía móvil es primordial y que apuestan de nuevo por nuestro país. ¡Feliz reencuentro!

 

En el laboratorio

Realizados los análisis de laboratorio y pasadas someras pruebas de resistencia, hemos de destacar algunos puntos: la antena de WiFi es muy buena, la calidad de la pantalla supera la media de la gama en que está posicionado y la batería es, tal vez, su punto fuerte (hasta 24 horas de uso mixto). En lo malo, un detalle que parece absurdo, el material con el que está hecha la carcasa se comporta como un álbum de huellas; lo que en un modelo negro resalta muchísimo.

En valores numéricos, todos los test realizados arrojan cifras que podríamos situar en la mitad de las que nos aportan los smartphones más destacados del mercado, tipo Sony Xperia Z, Samsung Note 3 o HTC One; pero su velocidad de procesamiento (equipa un Qualcomm Snapdragon 400 4x a 1.2 GHz) hace muy poco tiempo era la máxima que integraban los fabricantes y nos sentíamos afortunados si podíamos disfrutarla.

Detalle curioso es que, como hemos explicado, la carcasa, curva y fuertemente sujeta, se debe quitar para introducir la SIM o para cambiarla; sin embargo, la batería no es extraíble. Es decir, si se nos cuelga el teléfono (lo que no ha ocurrido durante las pruebas) o necesitas más tiempo sin recarga, la única opción es otro dispositivo.

 

La pantalla y la cámara

Con un tamaño de 4,5 pulgadas de diagonal y 329 pixeles por pulgada, Motorola asegura que se trata de la pantalla “más nítida en su clase; de forma que las fotos, videos, páginas web, emails y juegos tengan un aspecto increíble”. Y si bien el equipo de marketing ha hecho un gran trabajo, es cierto que no andan muy descaminados. Técnicamente, se trata de un display HD 1184 x 720, multitáctil capacitivo de 16 millones de colores y, como ya dijimos, con muy buena respuesta.

Sobre él, la cámara frontal y el altavoz. La primera, para videoconferencias o la muy arraigada moda de los ‘selfies’ tiene 1.3 Mpx y graba en HD a 720p@30 fps por detrás una cámara de 5 MPx con captura a un toque, que dispara ráfagas si mantenemos la pulsación. Además, lleva flash de LED, zoom digital 4x, permite realizar tomas panorámicas y video a cámara lenta.

Para almacenar todas nuestras tomas, una memoria de 8 GB o de 16 GB, según la versión que elijamos y, además, 50 GB de almacenamiento gratuito durante dos años en Google Drive (ojo que luego no sabemos cuánto puede costar).

 

Conectividad y sistema operativo

En el capítulo de conexiones, de todo un poco: a través de la red celular 3G HPPA hasta 21 Mbps; WiFi b/g/n/, que como hemos comentado, funciona sorprendentemente bien. Para redes personales, Bluetooth 4.0 y para apoyar la navegación física y geolocalizarnos a todos los efectos, GPS y GLONASS

Si de sistema operativo hablamos, no puede estar más en vanguardia, ya que funciona con Android 4.3 Jelly Bean y la actualización a Kit Kat a principios de años está garantizada.

Se complementa su funcionalidad con todas las aplicaciones vinculadas a Google (Maps, Youtube, Chrome, Hangouts, etc.), entre otras.

 

Migración de Motorota

 Para facilitar la transmisión desde cualquier terminal Android, basta descargar una aplicación en el teléfono de origen y pulsar sobre la que ya viene instalada en el MotoG. A partir de ahí, solo hay que esperar a que las máquinas trabajen mientras nosotros hacemos cualquier otra cosa, incluso en el mismo móvil.

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