El proyecto de esta ciudad inteligente, utópica, filantrópica y sostenible, se concibió mediante una planificación ‘cebolla’; es decir mediante capas que se generan en torno a un núcleo central y que van cobrando presencia.
En un primer momento, se concibieron y distribuyeron los sistemas de suministro inteligentes (smart grids), la iluminación -no menos lista-, y los equipos de medición.
A continuación llegó el turno de las infraestructuras con el despliegue de redes móviles y fijas; la instalación del centro de datos (replicado) y los servicios IT para empresas, visitantes y participantes.
En una tercera oleada se trató la seguridad (física y digital) y se tomaron las decisiones sobre el control de acceso y las pantallas, la vigilancia y monitorización electrónica y se puso en marcha el control central de la ciudad-evento.
El cuarto escalón fue para la filiación digital, el desarrollo de aplicaciones y el qué y dónde de los servicios de información y señalización.
Finalmente, se dispusieron los elementos de movilidad (coches eléctricos), sistemas de pago (NFC) y los contenidos que se mostrarían al público.
Cada uno de los países participantes, tomó sus propias decisiones, aunque la mayoría se sumaron a los proveedores oficiales; sobre todo para garantizar que el streaming, su ‘signaling’ e infinidad de procesos multimedia que enriquecen los interiores funcionaban con corrección. Bien se puede decir que es la primera expo multimedia, multiformato, multiacceso.
La interconexión de la gente, los sensores físicos y sociales que aporta Milan 2015, los procesos, los datos y las cosas, en sí mismas, facilitan la toma de decisiones y, en consecuencia el correcto funcionamiento de un entorno concebido como un todo en uno.
El concepto de Big Data y la infraestructura de soporte tecnológico creada al efecto, permite solventar problemas al instante, variar planificaciones, disponer en base a la lógica y a la realidad. Nicola Villa, director del Servicios de análisis de datos y consultoría de Cisco considera que es “necesario conectar a la gente y las cosas que utilizamos para decidir racionalmente sobre temas relevantes y, así, poder aportar valor. Hay que utilizar los datos para manejar información útil (considerando la veracidad, la velocidad, el valor y el volumen) que permita tomar esas decisiones de forma correcta; hay que enviar la información adecuada, en el momento adecuado, a la persona o la máquina adecuada”.
Pero, ese concepto de ‘los datos en movimiento’ también nos ha permitido, ya, llegar al Internet de la alimentación. Hoy, el equilibrio alimenticio es un reto para la humanidad y debemos saber que la tecnología permite garantizar la correcta producción, distribución y consumo de los alimentos de forma segura y saludable. Es más, que se puede realizar una gestión transparente asociada al principio de trazabilidad (seguimiento de la cadena mediante sistemas y servicios TIC).
De hecho, la empresa Barilla, igualmente socio de Milán 2015, utiliza el lema “del campo a la mesa” para enseñar al mundo como alcanzar este objetivo y lo hace desde un rincón del supermercado máЗs avanzado del orbe donde un código QR nos muestra el viaje de nuestro producto, desde el lugar donde se cultivó hasta el punto en el que lo consumimos, o un simple toque sobre el artículo que vamos a adquirir nos enseña en una pantalla quО estamos comprando, los valores nutricionales, procedencia y precio, entre otras cosas.
Así sobrevolando la Expo Milán 2015 encontramos cuestiones que se esperan encuentren respuesta como si es la Expo digital realmente una ciudad inteligente sostenible donde hay un equilibrio entre servicios, economía y recursos. Es decir, si aplicar la tecnología a nuestro entorno aporta funcionalidad y ésta beneficios en términos ecológicos, económicos, energéticos, de movilidad y de calidad de vida.
Pero también encontramos una intención mucho más que filantrópica: la intención de alimentar al mundo y crear una red de gente (Smart community) interesada en este objetivo primordial. “Hay mucha energía positiva dentro de la Expo y la energía, para la vida, es el principio”.
Accenture ha creado para Expo Milano 2015 una plataforma de prestación de servicios (Service Delivery Platform, SDP) que recopila, analiza y procesa todos los flujos de información relacionados con la exposición, sus patrocinadores y expositores. El objetivo es generar servicios para los visitantes y para la propia Expo empleando una serie de soluciones tecnológicas y digitales. La SDP de Accenture, tiene capacidad para más de 2,5 millones de operaciones, hasta 7,5 millones de notificaciones basadas en la ubicación de los visitantes, 150.000 correos electrónicos y 2,6 millones de mensajes de texto al día para gestionar campañas informativas vinculadas a la exposición.
Entre los servicios de la SDP para empresas figura la posibilidad de ofrecer cupones electrónicos, un sistema de control de presencia y ubicación, o iniciativas de atención al cliente a través del portal MyExpo. Por lo que se refiere a los visitantes, la SDP también gestiona la app oficial de la Expo, que ha sido desarrollada por la compañía (hay otra, una web app, escrita por Cisco)
Apertura del 1 de Mayo al 31 de octubre de 2015
Visitantes diarios: 250,000
Dimensión: 1 Kilómetro cuadrado
Pabellones: 145
Redes
Redes: 80 kilómetros de redes IP de fibra
WiFi: 700 puntos de acceso ext y 2.000 interiores
35.000 usuarios de media diaria con picos de 58.000
50 MB de datos media usuario/día
Teléfonos IP + Video: 1.200
Red celular: 18 macroceldas y 24 microceldas 3G/4G
Core Switches: 45
Switches de acceso: 1.100
Nodos Firewalls/IPS: 100
10Gbit/s
Suministros
Puntos de iluminación inteligentes en exterior: 1000
Recarga de vehículos eléctricos: 100 (23 Kw)
Smart Grids: 25 Km
Cámaras de seguridad: 2000 interior, 500 exteriores
Accesos de comunicación: 200
Totems de información interactivos 19
Paredes de información (e-walls) 10
Inversión
Inversión 2.200.000 millones (Gobierno + recaudación)
Inversión en tecnología: 200 millones (150 MM de los socios con 40 MM de Cisco)
Redes sociales
En el primer mes
Facebook: 17.000 likes
Twitter: 550.000 seguidores y
5.000 preguntas/respuestas al mes
Instagram: 150.000 seguidores
Pinterest: 10.000