Actualmente por 200€ es posible pagar para hackear una web, redes sociales o servidores de empresas
La contratación de estos servicios se realiza desde la Deep Web. Una capa de Internet desde la que los usuarios son anónimos y no se les puede localizar por la IP (como en la red Tor). Desde el anónimato los hackers ofrecen servicios variopintos como hackear cuentas en redes sociales, realizar ransomware a medida, hackear una web para desactivarla durante 24 horas, o instalar exploits para inhabilitar los sistemas.
Además, el ‘pay-per-hack’ o cibercrimen como servicio cobra a sus clientes en bitcoins, una moneda virtual que gusta mucho a los cibercriminales. “Como las bitcoins no dejan rastro se ha convertido en la opción preferida por las distintas cibermafias como moneda de cambio para pagar los diversos métodos de extorsión, como los ransomwares o criptolockers o cualquier otra actividad”, agrega Alberto Ruiz, Sales Engineer de Sophos Iberia (empresa especializada en seguridad completa).
“La ciberdelincuencia ha llegado a tal nivel de sofisticación que la Deep Web cuenta con Marketplaces donde se encuentran comentarios sobre el trabajo de los ciberdelincuentes y el nivel de sus servicios. Más que un perfil técnico del contratado, lo que se demanda es la capacidad que tenga éste para “engañar” a la otra persona”, explica Ruiz Rodas.