Ekholm considera que estos son los principales medios y objetivos que la conectividad 5G debe conseguir.
- Romper la “curva energética”: Con cada nueva generación de conectividad móvil, el gasto energético y la consumición de combustibles fósiles ha aumentado. La conexión 5G es la más eficiente hasta la actualidad, por lo que uno de los retos es que esta tendencia se rompa en esta generación.
- La importancia económica de la banda ancha: La conectividad es crucial en el marco de la transformación digital. El crecimiento económico, así como el desarrollo y la competitividad de los mercados está estrechamente relacionado con la inversión tecnológica. Estudios de Ericsson revelan que un aumento del 10% en capacidad de banda ancha aumenta la capacidad económica de un hogar en un 0’8%.
- Creación de puestos de trabajo: En el entono de una economía altamente digitalizada, las redes 5G serán tan importantes para las empresas como en su día lo fue el 4G para los usuarios de smartphones. En 2030, se calcula que dos tercios de los trabajadores del planeta estarán realizando su labor bajo una red 5G.
La generación actual de conectividad tiene diversos objetivos para hacer avanzar la sociedad. Además de la creación de empleo y ayudar a las compañías a reducir en el gasto energético, la capacidad de comunicación más avanzada de la historia puede llegar a elevar el estándar de educación de las altas y bajas esferas, mejorar el acceso a la sanidad y aumentar la calidad de vida en las ciudades.
Con las redes 5G ya desplegadas en diversos lugares del mundo, es importante que estas sean lo más accesibles posible, lo que conseguirá mostrar los efectos positivos de la conectividad en la economía global.