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Sony Xperia 5, un móvil al que le gusta mucho el cine

Javier López Tazón | Lunes 16 de diciembre de 2019
Es uno de los terminales más elegantes del año. Si en la mayoría de los apartados cumple como un móvil de gama alta, destaca por su formato cinematográfico y por su calidad de vídeo

A veces, algún fabricante se equivoca. Apple ha tenido recientemente un fallo de diseño en sus teclados, Samsung tuvo que retrasar el lanzamiento de su Galaxy Fold por problemas con la pantalla en la zona del plegado; incluso Tesla fracasó con sus ventanillas indestructibles en plena presentación. Pero, en general, en la industria tecnológica las grandes marcas, de Realme a Samsung, saben fabricar.

Así que decir que un móvil como el Sony Xperia 5 es bueno, es un gran teléfono, está muy bien fabricado o cuenta con buenos componentes... casi está de más. El último terminal del fabricante japonés cumple sobradamente en todos esos aspectos. En algunos, la competencia gana un punto mientras que en otras características Sony se defiende mejor.

La madurez del sector del móvil es tal que se da por supuesta la mayoría de las características y funciones (no en vano, Android está en la base de todos -excepto Apple, claro-). Hay que apostar por algún aspecto para poder diferenciarse.

Sony, que llegó tarde a la moda de las 'pantallas infinitas', apuesta en este Xperia 5 precisamente por calidad de pantalla con formato cinematográfico 21:9, un diseño muy elegante y un sistema de cámaras orientado también al vídeo con una gran estabilización de la imagen.

Características técnicas

Pero antes de pasar a hablar de esos puntos más diferenciadores, el centro del hardware de este móvil es el Snapdragon 855 de Qualcomm, el más potente del fabricante estadounidense de procesadores hasta el lanzamiento del 855 Plus en julio. El 855 ha demostrado su eficacia en numerosos equipos, y se estrenó precisamente en un terminal de Sony. Los seis gigas de memoria RAM que acompañan a este procesador permiten al Xperia 5 abrir y ejecutar con soltura la mayoría de las aplicaciones, juegos incluidos, que se pueden encontrar, aunque otros modelos de la competencia ya luzcan ocho gigas de RAM.

En cuanto al almacenamiento, cuenta con una memoria interna de 128 gigas y admite tarjetas microSD. Lo hace en una bandeja que combina espacio para dos SIM o una SIM y una microSD.

La batería cumple con la promesa de un día trabajando, pero depende de lo que hagamos puede llegar exhausta al cabo de la jornada. Es de 3.140 miliamperios, pero no le vendrían mal unos cientos más. Cuenta con carga rápida e incluye un cargador de 18 W en la caja, aunque no tiene carga inalámbrica.

De los más elegantes del mercado

Desde el primer día que lo vi durante la feria IFA de Berlín, allá por septiembre, me pareció muy elegante. Sony ha utilizado repetidamente un diseño monolítico: un bloque, en este caso negro, de cristal y aluminio. Resulta muy limpio. Despejado y... raro. Raro porque todavía no estamos acostumbrados al formato 21:9, aunque ya Philips nos enseñó que esa proporción es la más aproximada a la visión humana y, claro, a la de las pantallas panorámicas de cine.

Mantener esa proporción hace que el móvil sea comparativamente más estrecho y alargado que otros modelos con diagonales de pantalla similares. Es cierto que se sujeta muy fácilmente con una mano, pero alcanzar las partes altas o bajas de la pantalla es otro cantar. Yo acostumbro a sujetar el móvil en la palma colocando el meñique en la parte inferior para evitar que se caiga. Haciendo lo mismo con el Xperia 5 no alcanzo la parte superior.

No sé si se puede considerar una desventaja frente a la competencia. La mayoría de los fabricantes opta por abrir ventanas en la parte superior de la pantalla para colocar la cámara frontal, los sensores ambientales y de proximidad, el altavoz... lo hacen en forma de muesca rectangular más o menos alargada, de gota de agua o taladrando un orificio. Sony no se ha complicaco la vida: mantiene unos bordes muy finos en los laterales y la parte inferior y un marco bastante más ancho en la superior.

Esos son los inconvenientes de esta pantalla. A cambio, se disfruta de una visión panorámica de juegos, series y películas sin ventanas que molesten y en un formato muy agradable.

Pantalla y cámaras para cine

De cine y de fotografía, Sony sabe un rato. Tanto por Sony Pictures, como por sus gamas de cámaras, que, por cierto, están desplazando en áreas del mercado a las tradicionales marcas. La pantalla es una OLED de 6,1 pulgadas, con una resolución de 2.520 por 1.080 píxeles, con tecnología Triluminos y el motor X-Reality. El resultado es francamente bueno, una pantalla brillante.

El fabricante japonés se ha apuntado a la moda de las cámaras múltiples. En su caso usa tres cámaras en la parte trasera, las tres de 12 millones de píxeles: la principal es un gran angular con estabilización óptica en cinco ejes, un ultra gran angular y un tele corto de dos aumentos, también autoestabilizado.

Al trabajo de las cámaras, en cuanto al vídeo, ayuda la aplicación pre instalada Cinema Pro que convierte a este móvil en una auténtica cámara de cine. Además de esta dedicación al vídeo, hay otro par de aspectos que sobresalen en la cámara: la captura predictiva y el traqueo, el seguimiento a través del enfoque el ojo (sirve para humanos y animales) o de un objeto que seleccionemos.

La cámara frontal, la que empleamos para hacernos selfies, tiene un sensor de ocho millones de píxeles lo que la coloca en la zona buena y permite hacer vídeo autoestabilizado.
\r\nSi en cuanto al diseño me parece de los más elegantes y limpios del mercado, hay una superabundancia de botones. Además, están agrupados en el lateral derecho: botón doble para subir y bajar el volumen, escáner de huellas, botón de encendido y, más abajo, el botón dedicado para la cámara. Por si fuera poco, el marco de la pantalla es activo. Se pueden realizar diferentes acciones en función de la aplicación en la que estemos. Por ejemplo, en modo cámara, pulsando dos veces en esa zona del marco izquierdo, sacamos una foto. También se puede desplegar un menú con las aplicaciones más habituales pulsando dos veces en el marco derecho.

No me parece que estos botones virtuales aporten mucho y son un poco liosos de utilizar. En cuanto al escáner de huellas, Sony sigue insistiendo en colocarlo en el lateral derecho. El proceso de escaneo inicial de las huellas es más largo que los convencionales, ya sean bajo la pantalla o en la parte trasera. Una vez guardada la huella, el propio escáner sirve como botón de encendido, pero hay que ser preciso en la colocación del dedo. Si no, dará error.

Resistente frente a polvo y agua con la máxima puntuación (IP68), tanto la pantalla como la trasera de cristal están protegidas por Corning Gorilla Glass 6.

El precio oficial del Xperia 5 con seis gigas de RAM y 128 de almacenamiento es de 799,99 euros, pero ayer mismo en Amazon se podía encontrar por poco más de 600. Por cierto, es otro de los modelos de móvil que abandona el conector para audio de 3,5 milímetros. Incluye en la caja un adaptador de USB tipo C a minijack de 3,5 mm para poder utilizar sin problemas los cascos que ya tengamos. Otro por cierto: Sony mantiene su preocupación por el audio en este terminal. No sólo es bueno reproduciendo internamente, sino que tiene sonido estéreo real.

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