Tras su paso por la política, Piqué regresó a la empresa privada y presidió Vueling fue consejero delegado de OHL y consejero de EADS, Seat, AENA y Abengoa.
El mercado de las telecomunicaciones de este país recordara a Josep Piqué por su papel clave en la privatización de Telefónica que se completó en 1999, mientras él era responsable de la cartera de Industria y Energía.
Este proceso se inició durante la última legislatura de Felipe González en 1989, una década durante la cual el Ejecutivo se fue desprendiendo de su participación en la empresa para dar entrada a inversores privados que mantienen hoy en día la compañía como la teleco más importante del país y una de las más grandes a nivel global.
En 1996, el Gobierno aún mantenía un 20'9% de las acciones. Sin embargo, en 1997, el Gobierno de Aznar privatizó directamente y sin pasar por el Congreso las acciones restantes, poniendo al frente de la teleco a Juan Villalonga.
Precisamente en 1996 se aprueba la liberalización del sector con la entrada de Airtel (actualmente Vodafone) y Amena (ahora Orange).
Ya en 1999 se completa la privatización de Telefónica y el lanzamiento de la conexión a Internet con banda ancha a través de tecnología ADSL, al tiempo que se expandía internacionalmente con la entrada en Brasil.
Durante esta etapa final de la privatización, Piqué trabajó mano a mano con el presidente Aznar para llevar a cabo todo el proceso de la oferta pública de acciones que permitió la creación de la Telefónica privatizada y de uno de los mercados de telecomunicaciones más competitivos de Europa y con una de las redes de fibra más grandes del mundo.