Si bien las tarjetas de crédito y débito fueron durante años la opción predilecta, la llegada de carteras digitales, pagos móviles y criptomonedas ha cambiado la forma en que los consumidores realizan sus compras en línea. Hoy en día, plataformas como Apple Pay, Google Pay y Bizum permiten a los usuarios completar transacciones en segundos, sin necesidad de introducir datos bancarios en cada compra. Esta agilidad también ha impactado sectores como el entretenimiento digital y los juegos en línea, donde la rapidez y seguridad en el pago son esenciales. Un ejemplo de ello es Lucky Casino, un casino en Chile que ha ganado popularidad recientemente gracias a su compatibilidad con métodos de pago modernos y ágiles, alineándose con las preferencias de los usuarios digitales.
Los avances en el sector retail son clave para las nuevas demandas. El móvil se ha consolidado como el canal principal de interacción: muchos españoles ya valoran recibir ofertas en su smartphone y otros tantos utilizan apps dentro del mismo para comparar precios. En el tercer trimestre de 2024, la facturación del ecommerce español superó los 24.558 millones de euros, un 12,6% más que el año anterior, con agencias de viajes, transporte aéreo y moda liderando los ingresos.
Una de las principales preocupaciones del usuario en el entorno digital siempre ha sido la seguridad. Los nuevos métodos de pago han respondido a este desafío incorporando tecnologías como la autenticación biométrica, la tokenización y la encriptación avanzada, lo que ha reducido de manera significativa el riesgo de fraude y ha facilitado la adopción masiva de soluciones digitales.
Esto también se ha contrarrestado con la implementación de normativas europeas como PSD2 y la autenticación reforzada (SCA). Además, un gran número de los consumidores españoles afirma sentirse más seguro realizando compras online cuando las plataformas implementan autenticación en dos pasos y sistemas de verificación biométrica.
En España se avanza hacia una economía donde cada vez se prescinda más del efectivo. En 2024, los pagos online representaron el 22% de las transacciones diarias, casi el triple que en 2019. Aunque el 57% de las operaciones en comercios físicos aún se realiza en efectivo, su uso disminuyó notablemente desde 2022.
Los pagos con tarjeta aumentaron al 32% y los pagos móviles casi se duplicaron, alcanzando el 7%. España avanza con paso firme hacia una economía cada vez más digitalizada, donde se opta por soluciones de pago más ágiles y seguras que supondrán un cambio estructural en los hábitos de consumo.