Lejos de ser una simple curiosidad tecnológica, esta experiencia impulsada por Amazon Web Services (AWS) se inscribe en una larga tradición: la de imaginar, modelar y perfeccionar los escenarios donde se escribe la historia del automovilismo.
Diseñar un circuito de Fórmula 1 no es solo trazar curvas y rectas. Es componer una partitura para la velocidad, equilibrar técnica y espectáculo, exigir lo justo a la máquina y al piloto. De Silverstone a Suzuka, de Mónaco a Interlagos, cada trazado ha sido el reflejo de una época, una cultura o una ambición. Ahora, con la ayuda de inteligencia artificial generativa, cualquier aficionado puede adentrarse en ese proceso creativo.
Si en los años 50 los ingenieros dibujaban con regla y compás los primeros circuitos permanentes, hoy bastan un ratón o una pantalla táctil. En Real-Time Race Track, los usuarios pueden trazar libremente un circuito en cualquier lugar del mundo. La herramienta reconoce el terreno y simula condiciones reales —altitud, temperatura, humedad— para que cada elección de diseño tenga consecuencias en la dinámica de carrera.
La herramienta reconoce el terreno y simula condiciones reales para que cada elección de diseño tenga consecuencias en la dinámica de carrera
A partir de ahí, entran en juego los modelos fundacionales de Amazon Nova. En concreto, son tres de ellos los que permiten analizar la trazada como lo haría un equipo de ingenieros: estimando velocidades, analizando cargas en curvas, calculando tiempos por vuelta y proponiendo estrategias de carrera adaptadas al entorno.
El segundo modelo permite hablar con una IA que responde como si se tratara de un estratega real. Y el tercero se ocupa de traducir ese diseño en una imagen renderizada con estética profesional, ideal para compartir o conservar como una obra de autor.
Más allá del juego, esta experiencia traslada al usuario a la frontera entre la ingeniería y el arte. Y lo hace con herramientas que, hasta hace poco, eran exclusivas de los equipos técnicos más sofisticados del campeonato.
Los circuitos son el contrapunto del monoplaza. Si estos nacen para adaptarse a un reglamento técnico, aquellos se diseñan para acoger la diversidad. Un buen circuito debe ser fluido, legible, con un ritmo que ofrezca oportunidades de adelantamiento y que, a la vez, mantenga la tensión estratégica.
Real-Time Race Track llega para enseñar al aficionado que no basta con hacer una recta larga y una horquilla cerrada. ¿Dónde desgastarán más los neumáticos blandos? ¿Qué curva es ideal para recuperar energía cinética? ¿Cuándo entra el coche de seguridad si hay lluvia? Estas preguntas, que antes se respondían solo en simuladores de equipo, ahora forman parte de la experiencia interactiva del público. Con ello, la F1 permite al público explorar lo que ocurre antes del semáforo en rojo: el pensamiento, la táctica y la visión que preceden a la velocidad.
"Los seguidores podrán explorar estrategias de carrera usando las mismas herramientas que los profesionales”
Como explica Jonny Haworth, director de alianzas comerciales de la F1, “mientras celebramos nuestro 75º aniversario, los seguidores podrán explorar estrategias de carrera usando las mismas herramientas que los profesionales”. La afirmación no es menor: en un deporte históricamente celoso de sus secretos, abrir las puertas del diseño significa abrir también una nueva forma de comprensión y admiración por su complejidad.