Aunque Trello mantiene su característico enfoque visual de tableros tipo kanban, la nueva estrategia apunta a convertirlo en una suerte de “super lista de tareas” personal.
La principal novedad es la incorporación de una bandeja de entrada universal en cada tablero. En ella pueden volcarse tareas desde diversas fuentes como Slack, Teams, correo electrónico o notas de voz mediante Siri. El sistema, con ayuda de IA, resume automáticamente el contenido, extrae fechas relevantes y genera subtareas.
“Estamos en un punto en el que Trello pasa de ser una herramienta flexible de gestión de proyectos a convertirse en un organizador para cada individuo”
“Estamos en un punto en el que Trello pasa de ser una herramienta flexible de gestión de proyectos a convertirse en un organizador para cada individuo”, afirma Gaurav Kataria, jefe de producto de Trello. “No buscamos sustituir otras aplicaciones, sino ofrecer una vista personal de lo que hay que hacer”, destaca el directivo.
A diferencia de otros enfoques que buscan eliminar herramientas, Trello acepta su coexistencia y se posiciona como una capa de organización. “No se trata de crear una aplicación para gestionar todas las demás”, matiza Kataria, “sino de permitir que la información que viene de todas esas fuentes se reúna en un lugar que respete cómo cada persona piensa y organiza su día”.
Otra de las funciones clave es Trello Planner, una vista de calendario que permite arrastrar y soltar tareas en franjas horarias específicas. La herramienta se sincroniza de forma bidireccional con Google Calendar y Outlook, y permite vincular varios calendarios a la vez.
“La integración del calendario responde a una necesidad real: garantizar que las tareas no se pierdan y que el tiempo se reserve realmente para hacerlas”, explica Kataria. “La experiencia visual y táctil de Trello sigue siendo su gran ventaja. Planificar arrastrando tareas al calendario convierte la gestión en algo mucho más intuitivo”, apunta el directivo de Atlassian.
Trello incorpora además Atlassian Intelligence, una capa de IA que analiza mensajes y textos no estructurados para identificar acciones concretas, establecer prioridades y generar tareas con plazos. Esta función, conocida como Quick Capture, agiliza la entrada de nuevas tareas, sin quitar al usuario el control de la decisión final.
“La IA no decide qué es importante. Esa es una elección humana. Pero puede ayudar a ordenar lo importante”
“La IA no decide qué es importante. Esa es una elección humana. Pero puede ayudar a ordenar lo importante”, señala Kataria. “Nuestro marco de trabajo es capturar, organizar y luego ejecutar”, afirma.
A nivel estratégico, la nueva Trello se desmarca de Jira, la otra gran herramienta de Atlassian. Mientras Jira está enfocada en la gestión de proyectos colaborativos, Trello apuesta por la productividad individual. La idea es que ambos productos puedan convivir e integrarse.
Por ejemplo, un responsable puede crear en Trello una lista que monitorice tareas específicas de varios proyectos en Jira, gracias a consultas automáticas. Así, sin ser responsable directo de esas tareas, podrá tener una visión en tiempo real del progreso.
“El valor de Trello está en que refleja el modelo mental del usuario”, concluye Kataria. “Es un lienzo digital donde organizar ideas, tareas y prioridades de forma visual, sin perderse en la complejidad de otras plataformas”.
La nueva versión de Trello ya está en fase de despliegue y promete devolver a la aplicación su enfoque original: ayudar a las personas a organizar su trabajo y su vida, en sus propios términos.