Aunque el potencial es evidente, el informe revela una adopción desigual. Actualmente, el 62% de los organismos ya utiliza IA para análisis predictivo y el 50% para reforzar la ciberseguridad, pero todavía un 38% de las entidades no ha iniciado procesos de transformación digital. Esta situación refleja una mayor reticencia en España frente a otros países, pese a la creciente presión por ofrecer servicios más rápidos, accesibles y personalizados.
La pandemia y los recientes desafíos geopolíticos y climáticos han acelerado la demanda de servicios públicos más eficientes y resilientes, impulsando inversiones en tecnología para gestionar riesgos y mejorar la atención a la ciudadanía. Sin embargo, la confianza en la IA sigue siendo el principal obstáculo. Solo el 34% de las organizaciones la emplea ya en operaciones internas y el 44% de los encuestados asegura evitar datos confidenciales al usar estas herramientas, lo que evidencia la necesidad de soluciones más seguras y transparentes.
El estudio también destaca que la mayoría de los profesionales españoles adopta una postura conservadora: el 65% solo utilizaría nuevas tecnologías cuando ya se haya demostrado su eficacia en otras organizaciones. Aun así, el 58% de las administraciones públicas españolas cuenta con un marco de gobernanza del dato, en línea con la media global, lo que muestra que las bases para avanzar ya están asentadas.
Afshin Almassi, Public Sector & Healthcare director en SAS España, ha explicado que “la combinación de una estrategia de datos sólida y el uso responsable de la IA puede transformar radicalmente la forma en que operan las administraciones públicas, permitiéndoles ser más eficientes, transparentes y orientadas a los ciudadanos”.