La medida busca dar respuesta a las preocupaciones sobre el impacto de la inteligencia artificial en los menores, en un momento en el que su utilización se ha generalizado en el entorno educativo y doméstico y llega semanas después de que un joven de 16 años que se quitase la vida en California después de interactuar con la herramienta.
Cuando un padre vincula su cuenta con la de su hijo adolescente, se activan automáticamente filtros adicionales que limitan el acceso a contenidos sensibles. Entre ellos se incluyen la reducción de material gráfico, de retos virales y de interacciones de carácter sexual, romántico o violento. También se restringen los estándares de belleza extremos, un aspecto señalado por expertos como una fuente de presión psicológica entre los jóvenes.
Más allá de las protecciones básicas, los padres cuentan con la posibilidad de personalizar la experiencia de uso de sus hijos. Los controles permiten desactivar funciones como la memoria, el modo de voz o la generación de imágenes. Asimismo, ofrecen la opción de excluir las conversaciones del adolescente del entrenamiento del modelo, una medida dirigida a reforzar la privacidad.
Otra de las funciones destacadas es la posibilidad de establecer horarios de silencio, que impiden el acceso a ChatGPT en determinados momentos del día, con el fin de favorecer un equilibrio entre el uso de la tecnología y otras actividades.
Una de las novedades más relevantes es el sistema de notificaciones diseñado para alertar a los padres si el uso de ChatGPT por parte del adolescente indica que podría estar atravesando una situación de riesgo. Esta función, desarrollada en colaboración con especialistas en salud mental y adolescencia, busca proporcionar a las familias señales tempranas sin comprometer en exceso la privacidad de los usuarios. Según OpenAI, solo se compartirá la información estrictamente necesaria para que los padres puedan actuar y ofrecer apoyo.
El desarrollo de estos controles parentales se ha llevado a cabo en diálogo con organizaciones de referencia en el ámbito de la seguridad digital juvenil, como Common Sense Media. Robbie Torney, Senior Director de Programas de IA de esta entidad, subrayado que “los controles parentales son un buen punto de partida para que los padres gestionen el uso de ChatGPT por parte de sus adolescentes. No obstante, funcionan mejor cuando se combinan con conversaciones continuas sobre el uso responsable de la IA, reglas claras sobre la tecnología y una participación activa en comprender lo que sus hijos hacen en internet”.
La compañía ha habilitado además una página de Recursos para Padres, que incluye guías, consejos e ideas para facilitar un acompañamiento activo en la exploración de la inteligencia artificial dentro del entorno familiar.