Según consta en las notas de una reunión celebrada el pasado 24 de septiembre con la comisaria de Competencia, Teresa Ribera, la compañía creadora de ChatGPT denunció “dificultades para competir con empresas consolidadas” y pidió a Bruselas medidas para “evitar el bloqueo de clientes por parte de grandes plataformas”.
La advertencia se centra en sectores estratégicos como la computación en la nube, las tiendas de aplicaciones y el acceso a datos, tres áreas que, según OpenAI, pueden convertirse en cuellos de botella para nuevos actores. La compañía considera que el control de las infraestructuras digitales, desde los servidores y procesadores hasta los ecosistemas de distribución, puede derivar en un escenario de concentración tecnológica que limite la innovación.
“En los mercados de inteligencia artificial, el acceso a datos clave es esencial para mantener una competencia real”
“En los mercados de inteligencia artificial, el acceso a datos clave es esencial para mantener una competencia real”, expuso la firma durante el encuentro, en el que también participaron responsables de las unidades de política digital y competencia de la Comisión Europea.
Aunque las observaciones de OpenAI no constituyen todavía una denuncia formal, su planteamiento refuerza las investigaciones que Bruselas ya mantiene sobre el poder de mercado de los gigantes tecnológicos. La Comisión analiza actualmente cómo plataformas integradas verticalmente, como Alphabet (Google), Microsoft y Apple, podrían estar extendiendo su dominio desde servicios digitales tradicionales hacia la IA, aprovechando sus posiciones en hardware, sistemas operativos, buscadores o servicios en la nube.
El movimiento de OpenAI llega en un momento delicado para su relación con Microsoft, uno de sus principales socios y accionistas. El grupo de Redmond ha integrado la tecnología de OpenAI en productos como Copilot o Bing, pero a la vez compite directamente con la compañía por atraer clientes empresariales. Microsoft ha impulsado su propio asistente Copilot, mientras que ChatGPT se mantiene como líder del mercado con más de 800 millones de usuarios semanales, según los últimos datos de la compañía.
La colaboración entre ambas empresas, que en su origen buscaba acelerar la adopción de la IA generativa, se ha convertido en una relación con tintes de rivalidad comercial. OpenAI, que alcanzó una valoración de 500.000 millones de dólares tras su última venta secundaria de acciones, busca ahora reforzar su independencia frente a las grandes plataformas que dominan la infraestructura tecnológica global.
El objetivo de Bruselas es garantizar que “el desarrollo de la IA en Europa sea competitivo, seguro y abierto”
La comisaria Ribera ha reiterado en diversas ocasiones que el objetivo de Bruselas es garantizar que “el desarrollo de la IA en Europa sea competitivo, seguro y abierto”. Por ello, el Ejecutivo comunitario examina los acuerdos interempresariales y las posibles prácticas de cierre de mercado derivadas de la integración de la IA en los ecosistemas digitales dominantes.
Mientras tanto, OpenAI insiste en que su objetivo no es iniciar una disputa con sus socios, sino alertar sobre los riesgos de un mercado que podría quedar en manos de unos pocos actores globales. “La competencia es el motor de la innovación, y la IA necesita un entorno abierto para prosperar”, trasladó la empresa a los reguladores europeos.