La decisión la ha avanzado el actual consejero delegado de Altice, Arthur Dreyfuss, en un mensaje interno a los empleados en el que ha confirmado que la propuesta “fue rechazada de inmediato”.
El intento de adquisición, anunciado este martes por la noche, planteaba una compra por valor de 17.000 millones de euros, lo que habría situado el valor total de Altice France en más de 21.000 millones. La propuesta, sin embargo, no incluía algunas filiales del grupo como Intelcia, UltraEdge, XP Fibre y Altice Technical Services, ni sus operaciones en los territorios franceses de ultramar.
De haberse materializado, la transacción habría representado uno de los mayores movimientos corporativos en el sector de las telecomunicaciones europeo este año, en un contexto de creciente consolidación en el mercado. Según los términos preliminares, Bouygues Telecom habría asumido alrededor del 43% de los activos, Free-Iliad el 30% y Orange el 27% restante.
El reparto también contemplaba que las actividades corporativas (B2B) de SFR fueran gestionadas principalmente por Bouygues y Free-Iliad, mientras que el negocio de consumo (B2C), así como parte de la infraestructura y el espectro, quedarían distribuidos entre las tres operadoras.
A pesar de ello los tres operadores han emitido un comunicado en el que se muestran "convencidos de la pertinencia de su oferta y del valor del proyecto que persiguen para el mercado y todas las partes interesadas, clientes, empleados, acreedores y accionistas". En este sentido defienden que la operación preservaría "un ecosistema competitivo en beneficio de los consumidores y respaldaría la inversión continua en la infraestructura nacional de telecomunicaciones". Por ello, Bouygues Telecom, Free-iliad y Orange mantendrán su oferta e instan al grupo Altice a "entablar un diálogo constructivo" para "evaluar cómo podría avanzar este proyecto en el futuro".
La negativa de Altice llega pocos días después de haber completado una compleja reestructuración de deuda por valor de 24.000 millones de euros, aprobada por el Tribunal de Comercio de París. Este acuerdo ha permitido al fundador y principal accionista, Patrick Drahi, conservar el 55% de la propiedad, mientras que sus acreedores, entre ellos los fondos BlackRock, Pimco y Fidelity, asumieron el 45% restante a cambio de una reducción significativa de pasivos.
Drahi buscaba una valoración cercana a los 30.000 millones de euros, casi el doble de lo ofrecido por sus competidores
La operación debía allanar el camino para una posible venta parcial o total de SFR, pero la oferta presentada no ha alcanzado las expectativas del grupo. Según fuentes del sector, Drahi buscaba una valoración cercana a los 30.000 millones de euros, casi el doble de lo ofrecido por sus competidores.
Altice, propietario de activos de telecomunicaciones en varios países, lleva años intentando estabilizar su estructura financiera tras una década de adquisiciones impulsadas por deuda. El incremento de los tipos de interés ha encarecido el servicio de esa deuda, lo que ha obligado al grupo a desinvertir en distintas áreas, entre ellas su canal de televisión BFMTV.
SFR suma más de 19 millones de clientes móviles y 6,1 millones de usuarios de fibra óptica
Actualmente, SFR es el segundo mayor operador de telecomunicaciones en Francia, con más de 19 millones de clientes móviles y 6,1 millones de usuarios de fibra óptica. Fundada en 1987 y adquirida por Altice en 2014, la compañía se ha mantenido como un actor esencial en la infraestructura de conectividad del país.
La posible venta o fragmentación de SFR habría reducido de cuatro a tres el número de grandes operadores de red en Francia, junto a Orange, Bouygues y Free, un escenario que suscita tanto el interés de los inversores como el escrutinio de los reguladores europeos. La Comisión Europea ha manifestado en los últimos meses una apertura cautelosa hacia la consolidación del sector, aunque sin modificar todavía las normas antimonopolio que regulan este tipo de operaciones.
En esta línea, el consejero delegado de Bouygues, Olivier Roussat, ha asegurado que la transacción “tenía sentido estratégico” y que el consorcio podría presentar una nueva oferta formal hacia finales del primer trimestre de 2026, aunque reconoce que el proceso completo de negociación y reestructuración podría extenderse durante más de cuatro años