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Ferrari SC40: homenaje moderno al F40 con firma industrial

Ferrari SC40: homenaje moderno al F40 con firma industrial

Basado en 296 GTB con Kevlar e identidad propia

Álvaro Muro Duñabeitia | Sábado 18 de octubre de 2025
Ferrari ha desvelado su última creación One-Off, el SC40, una berlinetta a medida nacida del programa Special Projects de la marca. Construido sobre la arquitectura del 296 GTB, este ejemplar único combina la herencia de diseño de Ferrari con la precisión contemporánea, materializando la visión individual de un único cliente.

Bajo la dirección de Flavio Manzoni, el SC40 representa el peldaño más alto de la artesanía de Maranello: un one-off que convierte la visión de un solo cliente en un objeto de ingeniería y diseño con identidad propia. El nombre mira al mítico F40 (1987), pero no pretende reconstruirlo: lo reinterpreta con superficies más tensas, geometrías afiladas y un lenguaje de detalle que bebe del diseño industrial contemporáneo.

Exterior. Aristas útiles y el aire manda

El perfil es limpio y musculado a la vez: morro muy bajo y alargado, voladizo trasero corto y un alerón fijo alto acabado en el tono a medida SC40 White. Desde 3/4 trasera se aprecia una zaga resuelta por contraste: un gran plano en malla abierta de color negro deja ver parte de la estructura y la respiración térmica del conjunto, reforzando esa idea de honestidad mecánica.

Ferrari SC40: homenaje moderno al F40 con firma industrial

Sobre el V6, las ranuras de policarbonato (louvres) continúan una tradición de Ferrari que nos encanta, el mostrar el corazón del coche, su motor. En el centro, el escape con piezas de titanio y fibra de carbono aporta un cierre técnico, casi quirúrgico, que equilibra lo escultórico con lo funcional.

Cada superficie y línea de corte obedece a algo. Las tomas laterales reinterpretan las NACA clásicas y se enmarcan en un gran triángulo de carbono que organiza el flujo y remarca el plano lateral. Unos cantos verticales —auténticas costillas— ordenan el volumen desde las aletas delanteras hasta la cubierta del motor, marcando un ritmo arquitectónico que evita la blandura visual y guía la lectura del coche de proa a popa.

Ferrari SC40: homenaje moderno al F40 con firma industrial

En el frontal, minimalismo no significa neutralidad: faros muy delgados arrinconados en las esquinas, integrados en un marco negro perimetral que se funde con la gran toma de aire inferior. Ese marco unifica piezas, limpia el “ruido” y subraya el ancho visual, mientras el labio inferior y los planos de las entradas canalizan aire sin necesidad de apéndices histriónicos.

El SC40 White, desarrollado en exclusiva, no es un blanco genérico: tiene la suficiente profundidad para no aplanar los volúmenes y dialoga con la lectura técnica del coche. Ese diálogo se refuerza con detalles: tapas de combustible y carga en aluminio cepillado, la inscripción Ferrari en negativo sobre la cubierta del motor que deja ver el carbono, y unas llantas específicas que combinan zonas cepilladas con otras en negro, enfatizando radios y masas sin robar protagonismo a la carrocería.

Ferrari SC40: homenaje moderno al F40 con firma industrial

Interior y materialidad. La huella del F40, sin pastiche

Dentro, Ferrari activa la memoria del F40 sin caer en el disfraz. El carbono-Kevlar —actualizado para su aplicación moderna— reviste pozos para los pies, salpicadero e incluso el compartimento del motor, cerrando el círculo entre lo que ves fuera y lo que tocas dentro. La Alcantara® Charcoal se combina con un tejido técnico jacquard en rojo que aporta textura visual y resistencia de uso. Los reposacabezas con el Cavallino Rampante y el logotipo SC40 tejido funcionan como marcas de sastrería: discretas pero inequívocas.

Interior del Ferrari SC40

La elección de materiales es coherente con el propósito: ligeros, duraderos y táctiles. No buscan lujo ostentoso, sino precisión sensorial: que el coche se sienta hecho para conducir, no para posar.

Interior del Ferrari SC40

Arquitectura y rendimiento. Lo que hereda del 296 GTB

Bajo la piel no hay inventos por capricho: el SC40 toma arquitectura, chasis y propulsión del 296 GTB. Hablamos del V6 a 120° con sistema híbrido enchufable integrado entre motor y F1 DCT de 8 velocidades. Ferrari utiliza como referencia los datos del 296 (no una homologación específica del SC40): 830 CV combinados, 740 Nm, batería de 7,45 kWh, 0–100 km/h en 2,9 s y >330 km/h de velocidad máxima.

Más interesante para diseño es lo que este packaging permite: un morro bajísimo —que hace que el coche parezca afilar el asfalto— y masas retrasadas que casan con el ala fija sin exigir apéndices añadidos. De ahí que el SC40 se vea limpio a 3/4, con una musculatura bien tensada y sin “efecto tuneo”.

Proceso One-Off. Método y oficio

El programa Special Projects transforma el brief de un cliente en una escultura funcional. El recorrido: estudios de proporciones, dibujo detallado y un styling buck a escala real donde se ajustan volúmenes, tolerancias y relaciones de plano. A partir de ahí, continúa ingeniería, prototipado, validación y acabado artesanal. El ciclo completo ronda aproximadamente los dos años, y el resultado es un único automóvil terminado al estándar de Maranello, con una narrativa de diseño propia y sin necesidad de justificar su existencia más allá de lo evidente: expresa a su dueño y suma al léxico Ferrari.

Sketchs del Ferrari SC40

Exposición. Verlo de cerca

Para quien quiera entenderlo en volumen, el SC40 se exhibe en el Museo Ferrari de Maranello a partir de hoy, 18 de octubre de 2025. Es una buena ocasión para leer las secciones, los cortes y esa geometría de aire que, en fotos, siempre se escapa un poco.

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