El estudio muestra diferencias claras según el tamaño de las empresas. Las pymes lideran el proceso de digitalización, con un 63% que ya ha adoptado la factura electrónica, mientras que en las microempresas el porcentaje desciende al 46% y en las empresas sin asalariados apenas alcanza el 34%, el colectivo más rezagado en la transición digital.
Por sectores, la industria presenta un cumplimiento moderadamente positivo, con un 52,5% de compañías que ya utilizan factura electrónica. En cambio, el comercio muestra un mayor retraso: seis de cada diez empresas del sector aún no la han implementado.
“La Ley Crea y Crece representa un cambio estructural en la forma en que las empresas gestionan sus operaciones y obligaciones fiscales. Aunque la adopción avanza, lo hace a diferentes velocidades. Las empresas más estructuradas han sabido aprovechar los beneficios de la digitalización, mientras que los autónomos y microempresas se enfrentan a mayores dificultades. La clave está en entender que digitalizarse no es solo cumplir la norma, sino ganar competitividad y eficiencia”, explica David Heras, director general de Hiscox España y Portugal.
El informe, basado en una encuesta a 400 directivos de pymes españolas, ofrece una radiografía sobre el grado de madurez digital del tejido empresarial y destaca la necesidad de mayor apoyo, acompañamiento y formación para que las pequeñas empresas puedan completar su transición hacia la factura electrónica y avanzar en su transformación digital.