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Prueba Vivo X300 Pro

Vivo X300 Pro (Foto: Daniel Quesado).
Alfonso de Castañeda | Miércoles 19 de noviembre de 2025
Cada año hay un pequeño grupo de smartphones que pueden presumir de aspirar al trono absoluto de la gama alta. Son esos modelos que no se conforman con ser rápidos o bonitos: quieren ser los mejores en todo.

Y entre ellos, Vivo lleva varias generaciones posicionándose como un nombre propio cuando hablamos de fotografía móvil. El Vivo X300 Pro llega con esa misma ambición y, tras varias semanas utilizándolo, puedo adelantar que no decepciona.

Estamos ante un smartphone que cumple con lo que se espera de un flagship: potencia, diseño premium, pantalla de referencia, pero que además vuelve a subir el listón fotográfico, especialmente en condiciones complicadas: poca luz, movimiento… y, sí, incluso en conciertos. Y lo digo con conocimiento de causa: he podido probarlo en directo durante varios conciertos y la experiencia deja claro que este terminal va mucho más allá de las especificaciones.

Autor: Daniel Quesada

Diseño

El Vivo X300 Pro apuesta por un diseño elegante y muy reconocible dentro del catálogo de la marca. El gran módulo circular de cámaras domina la parte trasera y deja claro cuál es la ambición del dispositivo, pero con un estilo sobrio y moderno. Las dimensiones (161,98 x 75,48 x 7,99 mm) sorprenden para un móvil con semejante hardware interno, y en mano se siente más delgado de lo que parece en fotos. Su peso, 226 gramos, lo sitúa entre los flagship contundentes, pero está lo suficientemente bien equilibrado como para usarse sin que canse incluso en sesiones largas de foto o vídeo. Aun así, sigue siendo un terminal grande, pensado para manos medias o grandes: quienes busquen algo más compacto aquí no lo van a encontrar.

La trasera luce un acabado en Coral Velvet Glass, un cristal mate con un tacto aterciopelado que añade agarre y repele huellas con eficacia. El marco metálico redondeado completa un diseño que transmite solidez y calidad desde el primer contacto, sin crujidos ni vibraciones. Todo el dispositivo está rematado con una estética minimalista que combina muy bien con los colores disponibles, especialmente el Wilderness Brown de esta prueba.

Autor: Daniel Quesada

La botonadura se encuentra en el lateral derecho, con botones firmes y bien colocados. En el borde inferior encontramos el USB tipo C, altavoz principal y bandeja SIM, mientras que en la parte superior encontramos el micrófono secundario (por desgracia, en la versión europea no contamos con sensor infrarrojos que sí tiene la china). El conjunto cuenta con certificación IP68 e IP69, una combinación que garantiza resistencia tanto al polvo como a inmersión y chorros de agua.

El módulo de cámaras es grande, sí, pero está bien integrado y se ha convertido en un sello de identidad para esta serie. Más allá del tamaño, su diseño circular con detalles metálicos y la colaboración con ZEISS aportan un carácter distintivo que encaja con la personalidad fotográfica del dispositivo. Es un teléfono que no pretende ser ligero, sino ambicioso. Como contrapartida, el módulo trasero hace que el móvil se levante ligeramente cuando se apoya sobre una mesa sin funda.

Autor: Daniel Quesada

Pantalla y multimedia

El Vivo X300 Pro incorpora un panel AMOLED LTPO de 6,78 pulgadas que destaca por su brillo, capaz de alcanzar picos de 4.500 nits. La resolución QHD+ y la profundidad cromática de 10 bits, junto al tratamiento ZEISS Master Color Display 2.0, ofrecen una imagen equilibrada, con colores naturales y un gran contraste sin caer en saturaciones artificiales. La tecnología LTPO permite ajustar la tasa de refresco entre 1 y 120 Hz según el contenido, lo que alivia la autonomía. La ligera curvatura de los bordes aporta un aspecto más premium, aunque no todos los usuarios son fans de este tipo de panel.

La respuesta táctil es rápida, el control del brillo es sobresaliente y la pantalla se mantiene visible incluso bajo sol directo, donde muchos gamas altas sufren. El único matiz mejorable es que el brillo automático tiende a subir más de lo necesario en interiores. Además, Vivo incorpora un sistema de atenuación PWM de 2.160 Hz, que reduce la fatiga ocular en usos prolongados. Para visualizar contenido, ya sea streaming, redes o fotografía, es una pantalla solvente, clara y con un nivel de detalle que la coloca sin duda entre las mejores de su segmento.

Autor: Daniel Quesada

En el apartado sonoro, el X300 Pro apuesta por un sistema de altavoces estéreo dual con certificación Hi-Res, capaz de entregar un sonido fuerte y bien definido para tratarse de un móvil. Los diálogos se mantienen claros incluso en volúmenes altos, los efectos tienen presencia y la escena sonora es más amplia de lo que suele encontrarse en la mayoría de terminales. No sustituye a un altavoz dedicado, pero para juegos, vídeos y contenido multimedia ofrece una experiencia de nivel. Lo más negativo de este apartado es que no cuenta con compatibilidad con Dolby Atmos, presente en otros competidores directos.

Rendimiento y hardware

En su interior, el Vivo X300 Pro llega impulsado por MediaTek Dimensity 9500, un procesador co-desarrollado junto a Vivo y Arm que combina potencia bruta con una eficiencia sorprendente. Vivo ha trabajado con un sistema de refrigeración actualizado y un uso inteligente de la energía que se nota tanto en sesiones de cámara como en juegos o en multitarea pesada. El resultado es un rendimiento sólido, sin caídas inesperadas ni calentamientos preocupantes.

A este músculo se suman 16 GB de RAM LPDDR5X y 512GB de almacenamiento UFS 4.0, que garantizan una velocidad de lectura y escritura muy alta. En el día a día, todo se siente inmediato: abrir apps, cambiar entre tareas, exportar archivos o procesar fotos llenas de información. La sensación es que siempre hay un margen de potencia extra disponible, incluso en los escenarios más exigentes.

Autor: Daniel Quesada

En conectividad, el dispositivo viene completo: 5G, WiFi 7, Bluetooth 5.4, NFC, USB-C 3.2 y localización de alta precisión gracias a GPS dual y compatibilidad con los principales sistemas globales. La experiencia con redes WiFi de última generación es realmente estable y la velocidad de transferencia por cable es de las más altas que hemos visto en un móvil Android. Es un teléfono preparado para el presente… y para varios años de conectividad sin limitaciones.

Uno de los cambios más importantes de este modelo está en el software. El X300 Pro es el primer Vivo en Europa en estrenar OriginOS 6, la nueva capa que sustituye de forma oficial a Funtouch OS y que llega basada en Android 16. Es una interfaz más moderna, más lógica en su estructura y mucho más coherente visualmente, con iconografía renovada, animaciones más suaves y una organización de menús que por fin se siente europea. Aun así, algunos menús siguen algo escondidos y ciertos ajustes podrían estar mejor organizados. Es la versión más madura y equilibrada que hemos visto nunca en un Vivo global.

Autor: Daniel Quesada

La inteligencia artificial también juega un papel clave en este modelo. El chip integra una NPU de nueva generación que trabaja junto al procesador V3 para acelerar procesos de reconocimiento, estabilización o tratamiento de imagen, pero su papel va mucho más allá de la cámara. El sistema operativo utiliza IA para optimizar recursos, predecir el uso de aplicaciones, mejorar la eficiencia energética y ofrecer funciones como transcripción, resúmenes automáticos o edición asistida. Todo ocurre en segundo plano y sin ruido, pero se nota: es un sistema más rápido, más estable y con una sensación de fluidez continua que se mantiene incluso bajo carga.

Hay aplicaciones preinstaladas, como en casi todos los móviles Android, pero nada excesivamente intrusivo. Vivo ha mejorado también el control de permisos, la gestión de energía y la coherencia de los menús. Todavía quedan pequeños detalles por pulir que recuerdan que es una capa con personalidad propia.

Cámaras, un paso adelante que se nota en cada disparo

El apartado fotográfico del Vivo X300 Pro vuelve a situar a la marca en esa posición privilegiada dentro del panorama móvil donde sólo unos pocos fabricantes son capaces de competir. El módulo trasero combina tres sensores de 50 megapíxeles, cada uno diseñado para funcionar como una cámara principal.

El protagonista es el nuevo sensor de una pulgada, desarrollado junto a Sony, que llega acompañado de una estabilización avanzada y una lente pensada para maximizar la entrada de luz. A su lado encontramos un teleobjetivo periscópico con zoom óptico 4,3x y un ultra gran angular también de 50 megapíxeles que destaca por su amplitud y por la capacidad de enfocar a muy corta distancia para generar tomas tipo macro realmente útiles.

Vivo no se ha limitado a montar buen hardware: la presencia del chip de imagen Vivo V3 y el trabajo conjunto con la NPU del Dimensity 9500 introducen mejoras significativas en color, rango dinámico y reducción de ruido. La colaboración con ZEISS es más que marketing: calibración de color y diferentes estilos de retrato con un tratamiento de la luz más cinematográfico. En la práctica, esto se traduce en fotografías con un equilibrio natural, muy lejos de la saturación exagerada que ofrecen otros móviles del mercado, y muy propio de las marcas chinas.

Autor: Daniel Quesada

Con buena luz, el X300 Pro ofrece imágenes extremadamente detalladas, con colores fieles y un rango dinámico muy amplio. La cámara principal capta texturas con una nitidez que sorprende incluso al ampliar las fotos y el teleobjetivo mantiene un rendimiento excepcional tanto en su zoom óptico nativo como en ampliaciones intermedias, donde conserva contraste y profundidad sin perder coherencia. El ultra gran angular sigue esa misma línea, con una nitidez superior a la habitual y una consistencia cromática que permite cambiar de lente sin que el usuario perciba saltos de exposición o tonalidad, y aunque su rendimiento es muy sólido, no alcanza el nivel de detalle y finura del sensor principal, algo lógico por tamaño y óptica.

De noche, la cámara principal marca diferencias. La combinación del sensor de una pulgada con el procesamiento del V3 consigue imágenes limpias, con un nivel de luz que respeta la escena real y evita las iluminaciones artificiales que arruinan tantos modos nocturnos. El resultado son fotografías que mantienen la textura del cielo, mantienen detalle en las sombras y conservan los colores sin blanquear las luces. Incluso el teleobjetivo nocturno ofrece un rendimiento muy estable, algo que parecía imposible en generaciones anteriores.

Autor: Daniel Quesada

Donde más impresiona el X300 Pro es en situaciones extremas. Lo he utilizado en varios conciertos, incluido el de Katy Perry en el Movistar Arena y Yerai Cortés en el Teatro Real, uno de los entornos más duros para cualquier sensor móvil por la mezcla de focos intensos, cambios bruscos de iluminación, movimiento rápido y humo. Y aun así, el X300 Pro se comporta con una solvencia sorprendente: mantiene el sujeto enfocado con precisión, controla los destellos sin quemar la imagen, y permite utilizar el zoom sin que la fotografía pierda su carácter. El resultado tiene un aire muy “fotográfico”, similar al de una cámara compacta avanzada, y lo más llamativo es lo fácil que resulta obtener buenas tomas incluso sin esfuerzo.

En vídeo, el terminal sigue esa misma línea. Graba en 4K a 60 fps con una estabilización firme y un rango dinámico amplio, capaz de gestionar transiciones de luz sin parpadeos ni cambios bruscos. Los colores son consistentes entre lentes, la calidad nocturna es más que digna y el teleobjetivo resulta especialmente útil para capturar escenas lejanas en conciertos o eventos.

La experiencia se completa con una cámara frontal de 32 megapíxeles que tampoco se queda atrás: selfies nítidos, con un retrato bien recortado y una reproducción de piel natural, además de un vídeo frontal estable y luminoso incluso en interiores.

El kit de fotografía, un plus para aprovechar el móvil al máximo

El kit fotográfico del Vivo X300 Pro es una extensión natural de la filosofía del propio teléfono. Su pieza central es la lente teleobjetivo LE2592 de 200 mm, un módulo que aporta una compresión óptica y un alcance inusual en un móvil, permitiendo retratos lejanos y escenas con profundidad real sin recurrir al zoom digital.

Esta lente se combina con una empuñadura retro que ofrece ergonomía profesional, un agarre equilibrado y un botón de obturador con respuesta analógica: medio clic para enfocar, pulsación larga para ráfagas o doble pulsación para acceso rápido, creando una experiencia muy similar a la de una cámara compacta avanzada.

La empuñadura integra una batería propia de 2.300 mAh, suficiente para alimentar largas sesiones fotográficas, y todo el sistema se acopla mediante USB tipo C con una instalación simplemente instantánea. Con su funda dedicada, los anillos metálicos decorativos y la correa con hebillas rápidas, este kit convierte al X300 Pro en una herramienta creativa completa que va mucho más allá de lo que solemos esperar de un smartphone.

Autonomía y carga rápida

El Vivo X300 Pro monta una batería BlueVolt de 5.440 mAh. Sobre el papel suena prometedor; en la práctica, la autonomía es correcta, suficiente para llegar al final del día con un uso mixto, pero sin margen holgado. La combinación de una pantalla QHD+, el sensor de una pulgada y la potencia del Dimensity 9500 penaliza el consumo más de lo esperado, especialmente si se abusa de la cámara o de tareas pesadas. No es un mal rendimiento, pero sí queda un escalón por debajo del resto del conjunto, que apunta al sobresaliente.

Donde el X300 Pro recupera terreno es en la carga. El terminal incorpora 90 W FlashCharge por cable y 40 W Wireless FlashCharge, lo que permite recargar el teléfono de forma muy rápida en casi cualquier circunstancia. En nuestras pruebas, unos minutos enchufado proporcionan suficiente energía para continuar la jornada, y la carga completa se realiza en un tiempo muy competitivo.

Eso sí, si utilizas el kit fotográfico, recuerda que la empuñadura se carga primero, y puede retrasar ligeramente la carga del teléfono si vas con prisa. La carga más potente genera algo de calor en los primeros minutos, sin llegar a niveles preocupantes.

Autor: Daniel Quesada

Conclusión

El Vivo X300 Pro es un flagship en toda regla. Lo tiene todo: rendimiento, diseño premium, una pantalla sobresaliente y una cámara que vuelve a estar entre las mejores del mercado. Pero además añade algo que no todos consiguen: consistencia. Lo que promete, lo cumple. Y lo hace en todas las áreas.

Si te importa la fotografía, especialmente en condiciones difíciles, este móvil brilla con luz propia. Si buscas potencia y fluidez, también. Si quieres un terminal equilibrado que destaque tanto en vídeo como en rendimiento diario, lo vas a disfrutar.

¿Es perfecto? No. Su tamaño no es para todo el mundo y pese a estrenar OriginOS todavía hay margen para simplificar algunos apartados. El ultra gran angular, aun siendo muy bueno, no llega a la excelencia del sensor principal. Pero en conjunto, el X300 Pro demuestra que Vivo ya no es “la alternativa”, sino una apuesta de primer nivel. Un móvil que compite cara a cara con los mejores del año y que, en fotografía, incluso se permite ir un paso por delante.

Nota: 9,25/10

Lo mejor: cámara espectacular y rendimiento sobresaliente

Lo peor: autonomía mejorable y una capa de personalización aún mejorable

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