Nokia ha presentado una hoja de ruta que redefine su posicionamiento tecnológico y organizativo para la próxima década. La compañía sitúa la inteligencia artificial en el centro de toda su actividad y establece un marco operativo más ágil con el objetivo de acelerar la innovación en redes de nueva generación.
La estrategia llega en un momento simbólico, coincidiendo con los cien años de presencia de la empresa en España, un mercado que Nokia reconoce como esencial para validar tecnologías avanzadas y desplegar infraestructuras críticas.
La multinacional finlandesa ha diseñado un plan que prioriza la integración transversal de la inteligencia artificial en su portfolio. Este enfoque afecta a todas las áreas: desde la optimización del tráfico y la automatización de red hasta la supervisión de infraestructuras y la analítica avanzada. Nokia considera que la IA permitirá responder a un escenario en el que el volumen de datos, la complejidad de las redes y la demanda de eficiencia incrementan de manera notable.
Además, la empresa ha optado por simplificar su estructura interna para alinear sus unidades de negocio con un modelo más modular y escalable. Este movimiento pretende agilizar decisiones, reducir duplicidades y reforzar la competitividad ante ciclos tecnológicos más rápidos. Según la compañía, la combinación de un portfolio diversificado y una arquitectura operativa más simple permitirá anticipar necesidades de clientes y adaptarse con mayor facilidad a cambios de mercado.
La actualización estratégica coincide con la celebración del centenario de Nokia en España. La compañía ha destacado la relevancia del país en su evolución tecnológica, tanto por su participación en despliegues avanzados de redes móviles y fijas como por la colaboración constante con operadores, universidades y centros de investigación.
España figura entre los entornos donde Nokia prevé acelerar el desarrollo de casos de uso de IA aplicada a redes críticas, automatización industrial y optimización energética. Según la compañía, el país dispone de un ecosistema sólido para validar soluciones de próxima generación y consolidar modelos de red autónoma que marcarán el futuro de la 5G avanzada y de la futura 6G.
La estrategia de Nokia sitúa a las infraestructuras digitales como pieza vertebral del crecimiento económico. En este contexto, la compañía ha definido tres prioridades tecnológicas que orientarán su innovación.
En primer lugar, fortalecerá el desarrollo de redes cognitivas capaces de detectar incidentes, ajustar parámetros en tiempo real y operar con una intervención humana mínima. Este concepto avanza hacia una red capaz de tomar decisiones basadas en modelos predictivos.
En segundo lugar, la firma intensificará la creación de soluciones de eficiencia energética basadas en IA. Nokia considera que la reducción del consumo energético en redes será un requisito decisivo para operadores y empresas ante la presión regulatoria, la demanda de servicios ininterrumpidos y el crecimiento exponencial del tráfico digital.
Finalmente, la automatización extremo a extremo se consolidará como uno de los ejes fundamentales. La compañía aplicará IA en todas las capas de la red: acceso, transporte óptico, IP y core, para acelerar despliegues, elevar la resiliencia y mejorar la calidad de servicio.
En este contexto, las redes 6G se diseñarán sobre principios de computación distribuida, baja latencia extrema, sostenibilidad energética y capacidad para soportar casos de uso masivos basados en IA generativa e industrial.
La estrategia global incorpora la sostenibilidad como requisito central. Nokia impulsará tecnologías que reduzcan la huella de carbono y aumenten la eficiencia energética de equipos e infraestructuras.
De igual modo, la compañía refuerza su enfoque en ciberseguridad con sistemas que utilizan IA para anticipar amenazas, proteger redes críticas y elevar la resiliencia ante ataques cada vez más sofisticados.