Nokia ha encajado un revés relevante en uno de los frentes más delicados de la industria tecnológica: la batalla global por las licencias FRAND de patentes esenciales vinculadas a estándares de vídeo.
El Alto Tribunal de Londres ha fallado a favor de Acer, Asus y Hisense y ha obligado a la compañía finlandesa a concederles una licencia provisional mientras se resuelven las condiciones definitivas del acuerdo.
El juez James Mellor ha rechazado la impugnación de Nokia sobre la competencia de los tribunales británicos y ha determinado que los tres fabricantes tienen derecho a una licencia interina. Esta decisión permite a Acer, Asus y Hisense seguir comercializando ordenadores y televisores sin riesgo inmediato de bloqueo por infracción de patentes.
La resolución fija una regalía provisional de 0,365 dólares por dispositivo, una cifra intermedia entre los 0,03 dólares propuestos por Acer y Asus y los 0,69 dólares reclamados por Nokia. El tribunal considera que esa cantidad refleja lo que aceptaría un “licenciante dispuesto” en la posición de Nokia, aunque deja abierta la posibilidad de ajustes cuando se dicten las condiciones FRAND finales.
La derrota es especialmente significativa porque el tribunal ha rechazado el argumento central de Nokia: que el Reino Unido no es el foro adecuado para resolver un conflicto de alcance global. La empresa defendía que el litigio debía resolverse mediante arbitraje internacional, una tesis que el juez no ha aceptado.
De este modo, Londres refuerza su papel como jurisdicción clave en disputas FRAND, siguiendo la estela del histórico fallo del Tribunal Supremo británico de 2020, que avaló la capacidad de los tribunales ingleses para fijar condiciones de licencia con efectos internacionales.
El fallo recuerda al caso Samsung contra ZTE, en el que el mismo juez concedió una licencia provisional que posteriormente fue revocada en apelación. Ese precedente alimenta las expectativas de que Nokia recurra la decisión, algo que la compañía ya ha anticipado públicamente.
En un comunicado, Nokia ha insistido en que su objetivo es “obtener una compensación justa por el uso de sus invenciones” y ha reiterado que el arbitraje vinculante sería la vía más adecuada para resolver este tipo de disputas.