Un tribunal australiano condena a Apple a pagar dos millones de dólares debido a que transmitió información engañosa a sus clientes al sugerir que el New iPad era totalmente compatible con la próxima generación 4G de banda ancha.
El aviso de la compañía colocaba como un atributo más la conexión directa con la red 4G cuando estuviera disponible, pero en este país esto no es posible debido a que utilizan una tecnología diferente que hace imposible esta conexión.
Por este motivo Apple fue, deliberadamente declarada como culpable, en un acto con pocos precedentes en el mundo.