La filial española de Orange cierra el primer semestre del año con un aumento de ingresos del 2,4% hasta 1.988 millones de euros, aunque la empresa asegura que si se excluyen los impactos regulatorios habría logrado superar el 4,8%, todo, empujado por dos sectores que han sido claves este año para la empresa naranja: el aumento en el uso de la banda ancha móvil y los convenios con los Operadores Móviles Virtuales.
Esas han sido las dos áreas de negocio que han dejado mayores beneficios, y que han empujado a que la red móvil ascendiera sus ganancias hasta los 1.618 millones de euros, lo que ha significado el crecimiento de 1%, muy superior al segmento fijo, que aunque aumentó sus ingresos 9,1%, sólo logra 371 millones de euros.
Con todo, para Orange la rentabilidad del negocio fijo ha mejorado, lo que ha permitido que posicione su Ebitda en 22 millones de euros, 120% más que en el mismo periodo de 2011.
La operadora cierra la mitad del año con 13 millones de clientes; de ellos 11,71 millones son de telefonía móvil, lo que advierte un incremento de 2,8%, mientras que 1,323 millones son usuarios de banda ancha, segmento que ha crecido 11,5%.