Hugo Barra, encargado de la expansión internacional de Xiaomi, anunció el lanzamiento de un centro comercial en Sao Paulo. “Brasil es el cuarto mercado más importante de smartphones del mundo. Por lo tanto es una piedra angular para nuestros proyectos y el mejor trampolín para entrar en Sudamérica”, afirmaba el directivo. En una entrevista concedida a Reuters, Barra apuntó a México y Colombia como los siguientes destinos para desembarcar.
Aparte de la importancia y magnitud comercial, Brasil también es un objetivo interesante para Xiaomi ya que los precios de los smartphones allí son altos. Por ejemplo, un iPhone liberado puede costar alrededor de 1.000 dólares. La compañía china quiere entrar en el mercado como una apuesta de calidad a precios ultracompetitivos. “Nosotros ofrecemos calidad a precios increíblemente bajos, así queremos ocupar una gran cuota de mercado en los países emergentes, donde el precio de los productos es un factor muy sensible para la población”, detallaba Barra al medio inglés.
Según muchos analistas la elección de Brasil es otra prueba más de la importancia que da Xiaomi a los países emergentes (ahora Brasil, hace poco la India). Estas naciones tienen grandes poblaciones que se están empezando a conectar a Internet. Son mercados muy escalables. Además, tras los móviles llegará la demanda de wearables donde Xiaomi tiene mucho que decir.
La compañía de Lei Jun ha vendido 60 millones el pasado año, sólo en Asia. Estas cifras, que la colocan como el quinto fabricante de móviles más importante, se han conseguido con una promoción y marketing unusuales para una empresa tan grande. Xiaomi centra la promoción y publicidad de sus productos en el boca-oreja y las recomendaciones en redes sociales. Además, que toda la distribución la realiza a través de Internet. Pero en Brasil y el mercado sudamericano la firma china quiere personificarse y estar con el cliente en un trato más directo, en tienda. Así es como mejor funciona la venta aún en esas latitudes.