Como ya pasó hace unas semanas con ZTE, que recibió una penalización en forma de restricciones, ahora es Huawei la empresa investigada. Por ahora no es acusada de nada ilícito o delictivo, pero en suelo estadounidense no gusta nada que se exporte tecnología propia a los países vetados.
Si la información se constatase y quedase probado que Huawei ha hecho pactos comerciales con estos países y con tecnología americana, la firma china podría ver limitado su acceso a componentes y tecnología de EEUU, lo que podría afectar de una manera global a la marca.
Huawei no ha hecho declaraciones oficiales sobre el asunto, aunque un portavoz de la compañía ha declarado, según eldiario.es, que "Huawei está comprometida a cumplir con las leyes y regulaciones aplicables en los mercados donde Huawei opera y con las medidas de control a la exportación promulgadas por la comunidad internacional, incluidas aquellas promulgadas por la ONU, la UE y EEUU".