Emilio Botín, uno de los hombres más ricos y poderosos de España, se mantiene fiel a su pequeño Nokia negro; un móvil que parece da al banquero confianza, a todas luces resistencia y que seguramente le resulta cómodo de llevar y fácil de utilizar. Sin cortes de comunicación, sin sofisticación alguna, pero con garantía de calidad en cuanto a hardware y software, el banquero juega con su móvil en actos como el celebrado el pasado jueves en Madrid, donde, en una cena 'intima' y acompañado de los directivos de Ferrari, reunió a alguno de los inversores más importantes del mundo.
Poco tiene que 'vender' y nada de qué 'presumir' Emilio Botín, además de optar por un terminal de su confianza, parece dejar los 'juegos' y las gestiones que el resto de los humanos realizamos a través de nuestros smartphones o tablets a los diferenets miembros de su 'familia' real y empresarial y él, mientras, opta por un móvil 'de toda la vida'.