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La mitad de los españoles confía en que las empresas protegerán sus datos con IA, mientras que la otra mitad desconfía

Federica Estrella | Sábado 28 de junio de 2025

La inteligencia artificial se ha convertido en uno de los avances tecnológicos más influyentes de los últimos años, transformando por completo la vida cotidiana de millones de personas. En España, el 49 por ciento de la población ya percibe que esta tecnología ha cambiado su día a día, una cifra que no ha dejado de crecer desde 2022. Además, un 60 por ciento considera que la IA seguirá impactando su vida de forma significativa en los próximos años.



Sin embargo, la emoción por las posibilidades que ofrece convive con cierta inquietud. Según el último informe Monitor de IA 2025 de Ipsos, el 45 por ciento de los españoles siente entusiasmo ante el avance de la inteligencia artificial, mientras que el 51 por ciento admite sentir nerviosismo. Esta dualidad refleja una relación compleja entre la sociedad y una tecnología que no deja de avanzar.

Uno de los temas que más preocupación genera es la confianza en el uso de los datos personales. Mientras que un 50 por ciento de los ciudadanos confía en que las empresas que utilizan IA protegerán su información, un 40 por ciento no lo cree así. En cambio, el Gobierno genera mayor seguridad: el 55 por ciento de los españoles cree que las instituciones públicas regularán la IA de forma responsable.

La transparencia es otro de los puntos clave. Un 72 por ciento de la población exige que las empresas informen claramente cuándo un producto o servicio utiliza inteligencia artificial. Y aunque esta tecnología ya puede generar textos, imágenes, vídeos e incluso películas, la mayoría sigue prefiriendo que estos contenidos estén creados por humanos. El 74 por ciento lo prefiere para noticias y artículos, el 71 por ciento para imágenes, el 69 por ciento para películas y el 64 por ciento para publicidad.

En el ámbito laboral, la visión también es mixta. Si bien el 60 por ciento cree que la IA transformará su manera de trabajar en los próximos cinco años, solo el 30 por ciento piensa que podría sustituir su puesto actual. A pesar de los miedos, hay quienes ven ventajas: el 48 por ciento opina que esta tecnología les permitirá ahorrar tiempo en tareas cotidianas y el 45 por ciento cree que mejorará sus opciones de entretenimiento.

No obstante, también hay preocupación por el impacto negativo que podría tener en el aumento de la desinformación en internet, un temor compartido por el 38 por ciento de los encuestados. En lo relativo a la salud y la economía, la mayoría considera que la IA no supondrá cambios relevantes a corto plazo.

Así, el informe de Ipsos dibuja un panorama lleno de matices, donde la curiosidad y la innovación conviven con el escepticismo y la cautela. La inteligencia artificial avanza a paso firme, pero su aceptación dependerá, en gran parte, de la confianza y la transparencia con la que se integre en la vida de las personas.

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