La “Winged B” de 2025 presume de líneas más afiladas, inspiradas en las alas de un halcón peregrino, y elimina las plumas inferiores para ofrecer un perfil limpio y reconocible al instante. Es apenas la quinta revisión desde que F. Gordon Crosby dibujó el emblema original en 1919 — una estadística que habla de lo sagrado que es este símbolo para la marca.
Bentley confirma que el rediseño pretende ser tan atemporal como adaptable al mundo digital: el “B” central, ahora con efecto joya tridimensional y biselado de inspiración relojera, puede usarse de forma independiente en apps y redes sociales, garantizando coherencia visual desde la parrilla de un gran turismo hasta la pantalla de tu móvil.
Para lograr este equilibrio entre tradición y modernidad, Crewe organizó un concurso interno abierto a todo su departamento de diseño. El boceto ganador fue obra de Young Nam, diseñador de interiores, y posteriormente se perfeccionó bajo la batuta del Director de Diseño Robin Page.
El equipo tomó elementos icónicos —el patrón de diamante en las alas y el centro joya— y los reinterpretó con geometrías más radicales. El resultado es una firma visual capaz de plantarse frente a imitaciones y, al mismo tiempo, dialogar con los interfaces de realidad aumentada que empiezan a poblar los vehículos de lujo.
El 8 de julio será la primera ocasión para ver las nuevas alas sobre metal: Bentley mostrará un “future-vision concept” aún sin nombre y abrirá su recién estrenado Design Studio de tres plantas, ubicado en la nave original de 1938.
Aunque el prototipo no llegará a la línea de producción, adelantará el lenguaje que adoptarán los próximos modelos, incluido el primer Bentley 100 % eléctrico previsto para 2026, y homenajeará a un icono del pasado. Mantén la fecha en tu calendario y únete al streaming oficial si quieres descubrirlo en directo.
Un día después del anuncio del emblema, Bentley reveló junto a Akrapovič un escape de titanio y superaleaciones capaz de reducir hasta 10 kg frente al sistema estándar. Más que un dato técnico, supone una mejora perceptible en agilidad y en la respuesta del eje trasero.
Cuando el conductor selecciona el modo SPORT, sendas válvulas bypass abren los silenciadores traseros y liberan un bramido grave que se transforma en un agudo limpio al acercarse al corte. Ese contraste —entre la “calma inglesa” en modo COMFORT y la rabia controlada en SPORT— define el carácter dual de los V8 híbridos de Crewe.
Akrapovič ha fabricado las piezas críticas en su propia fundición de titanio, optimizando el flujo y la resistencia térmica hasta los 1 000 °C. El acabado mate —granallado y recubierto para mayor duración— y las cuatro salidas grabadas con las firmas de ambas compañías rematan la obra.
El sistema puede solicitarse como opción al encargar un Bentley nuevo o instalarse a posteriori en cualquier modelo de cuarta generación. De esta forma, propietarios actuales y futuros pueden actualizar su vehículo sin necesidad de esperar un restyling completo.
Todos estos lanzamientos encajan con Beyond100+, la hoja de ruta que desplaza a 2035 el objetivo de ser una marca 100 % eléctrica. Hasta entonces, Bentley lanzará un híbrido enchufable o eléctrico puro cada año, empezando por un SUV urbano de lujo en 2026.
La prórroga no implica freno a la inversión: Crewe está construyendo su “Dream Factory” para producir modelos cero-emisiones y reducir la huella de carbono de toda la cadena de suministro. Así, el nuevo emblema y el escape liviano son piezas de un rompecabezas mayor que combina artesanía, sostenibilidad y tecnología puntera.