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Evolución del diseño automotriz en Mazda: cómo la digitalización redefine sus coches

La combinación de modelado manual y digital permite a Mazda crear vehículos que conectan

Alfonso de Castañeda | Lunes 01 de septiembre de 2025
Mazda ha desarrollado a lo largo de más de un siglo una identidad de marca en constante transformación dentro del diseño automotriz, adaptando sus logotipos, filosofía de diseño y valores corporativos a los cambios del mercado y a las expectativas de distintas generaciones.

Este proceso refleja la interacción entre tradición, innovación tecnológica y colaboración entre distintos equipos de diseño, situando a la compañía como un referente en la evolución del diseño automotriz japonés.

Diseño centrado en la experiencia humana

Según explican desde la compañía japonesa, el diseño de Mazda se basa en la búsqueda de una experiencia emocional del usuario, priorizando la interacción con el vehículo por encima de la mera funcionalidad. En Hiroshima, los diseñadores trabajan de manera conjunta para incorporar en cada vehículo elementos que generen conexión emocional, combinando conocimientos de distintas disciplinas y técnicas de modelado tanto manual como digital.

Takaya Kawasumi, Senior Creative Expert en la División de Diseño de Mazda, explica que “al valorar el espíritu de la creación manual, utilizamos la tecnología digital para expandir nuestra creatividad y colaborar con diseñadores y modeladores de arcilla. Nos reunimos para poner nuestras mejores ideas sobre la mesa y materializar nuestra visión colectiva”. Esta metodología permite conservar la sensibilidad del trabajo artesanal mientras se obtiene precisión y rapidez en la iteración de diseños.

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Digitalización en el proceso de desarrollo

La adopción de herramientas digitales ha transformado el diseño automotriz en Mazda. La tecnología permite ajustar los diseños desde etapas tempranas, incorporando regulaciones de seguridad y legislaciones específicas de diferentes mercados, como Europa o Estados Unidos, antes de que el prototipo físico llegue a producción. Kawasumi explica que “podemos situar el coche en un entorno digital que simule calles europeas o autopistas americanas y anticipar cómo se verá y funcionará el vehículo en el mundo real”.

El uso de entornos virtuales mejora la precisión del diseño, pero también facilita la planificación de la experiencia de usuario. Proyectos como el Mazda Iconic SP, presentado en el Japan Mobility Show de 2023, muestran cómo la visualización digital permite anticipar la interacción del conductor, evaluar proporciones, ergonomía y percepción estética antes de la producción física.

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Gestión interna de la identidad visual y espacial

Asimismo, Mazda mantiene internamente el control del diseño de marca y los activos visuales mediante el Brand Style Management Department, dirigido por Takahiro Matsui. Este equipo coordina desde gráficos y señalética hasta la planificación espacial de concesionarios y eventos, asegurando coherencia en todos los puntos de contacto del usuario. Matsui apunta que “nuestro objetivo es dar vida a cada vehículo a través del diseño, priorizando la precisión y la calidez percibida al interactuar con objetos creados por manos humanas”.

La integración de la gestión de marca dentro de la división de diseño es relativamente rara en la industria automotriz y permite que los vehículos y la narrativa visual de la marca evolucionen de manera sincronizada, reforzando la percepción del diseño y la filosofía de la compañía.

Filosofía de diseño y evolución histórica

Mazda combina técnicas tradicionales de modelado manual con herramientas digitales avanzadas, creando un flujo de trabajo híbrido que permite mantener la sensibilidad del trabajo artesanal al tiempo que se aprovecha la precisión del entorno virtual. Los modelos de arcilla siguen siendo un punto de partida esencial, permitiendo explorar proporciones, volúmenes y formas de manera tangible.

Además, la compañía integra la retroalimentación del usuario y el análisis de datos en tiempo real en sus procesos de desarrollo. “Diseñamos considerando qué emociones experimentará el usuario. La intención no es solo atraer visualmente, sino generar un vínculo con la manera en que las personas perciben y utilizan el vehículo”, señala Matsui. Esta aproximación permite anticipar necesidades del conductor y ajustar aspectos de la experiencia de conducción, consolidando la relación entre estética, ergonomía y respuesta funcional.

“Diseñamos considerando qué emociones experimentará el usuario. La intención no es solo atraer visualmente, sino generar un vínculo con la manera en que las personas perciben y utilizan el vehículo”

Históricamente, Mazda ha evolucionado su identidad de marca y filosofía de diseño adaptándose a cambios tecnológicos y expectativas de nuevas generaciones. Desde la reinterpretación de logotipos hasta la redefinición de proporciones, materiales y acabados interiores, la compañía busca equilibrar innovación y continuidad. La integración de métodos tradicionales con digitalización avanzada refleja un enfoque iterativo, donde la experimentación y la revisión constante son fundamentales para equilibrar estética, funcionalidad y experiencia emocional del usuario.

El resultado es una evolución continua del diseño automotriz de Mazda que combina tradición artesanal con herramientas digitales modernas, permitiendo a Mazda mantener su identidad distintiva y adaptarse a los desafíos contemporáneos de seguridad, eficiencia y conectividad.

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