La compañía finlandesa, junto con Ericsson, afrontaría un bloqueo bajo el argumento de “razones de seguridad nacional”, lo que, en opinión de sus directivos, exige una respuesta firme por parte de la Unión Europea.
Tommi Uitto, presidente de la división de redes móviles de Nokia, ha explicado que la cuota de mercado combinada de Nokia y Ericsson en China apenas alcanza el 3%. Durante una rueda de prensa en Finlandia, el directivo ha señalado que la exclusión total ya había sido anticipada de forma verbal por altos funcionarios chinos. “La respuesta fue sí, los fabricantes occidentales serán apartados del mercado en nombre de la seguridad nacional. Es una declaración drástica”, advierte.
El ejecutivo reconoce que, aunque no existe documentación oficial que confirme un veto, las señales apuntan a una política de cierre similar a la aplicada por Estados Unidos y algunos países europeos frente a Huawei y ZTE.
“Nos estamos quedando fuera de China por motivos de seguridad nacional. Eso significa que la UE debe responder de forma simétrica”
Uitto insiste en que la Comisión Europea debe aplicar de manera estricta las recomendaciones de la caja de herramientas de ciberseguridad 5G, que desaconsejan el uso de proveedores considerados de alto riesgo en infraestructuras críticas. “Nos estamos quedando fuera de China por motivos de seguridad nacional. Eso significa que la UE debe responder de forma simétrica”, apunta.
La situación cobra especial relevancia porque, pese a los vetos en mercados como Estados Unidos, Huawei y ZTE siguen operando con grandes contratos en Europa. Para Nokia, este tipo de escenarios ponen en evidencia la falta de uniformidad en la aplicación de las medidas comunitarias.
El CEO de Nokia, Justin Hotard, también ha instado a Bruselas a actuar. Durante sus primeros meses en el cargo, el directivo ha mantenido reuniones privadas en la capital europea para trasladar su preocupación por la presencia de proveedores considerados de riesgo en las redes del continente.
“Europa tiene que hacer dos cosas. Primero, no podemos permitir proveedores de alto riesgo en nuestras redes. Segundo, la Comisión debe flexibilizar las normas de competencia para permitir más innovación”
“Europa tiene que hacer dos cosas. Primero, no podemos permitir proveedores de alto riesgo en nuestras redes. Segundo, la Comisión debe flexibilizar las normas de competencia para permitir más innovación”, advierte Hotard. Según el directivo, la fragmentación del mercado europeo, con países de tamaño reducido y escalas limitadas, restringe la inversión en espectro, en redes y en capital necesario para la innovación tecnológica.
La posible expulsión de los fabricantes europeos de China refleja un patrón de medidas restrictivas en el sector, donde los argumentos de seguridad nacional están condicionando la apertura de los mercados. Si bien el impacto directo en las cuentas de Nokia y Ericsson sería limitado debido a su escasa presencia en China, la cuestión de fondo reside en el principio de reciprocidad y en el futuro de la competencia tecnológica global.