El 20 de septiembre de 2025, en el óvalo de alta velocidad de ATP Papenburg (Alemania), el Yangwang U9 Xtreme firmó 496,22 km/h y se colocó en el centro del mapa mundial del automóvil. No es solo un número redondo, es el registro que sitúa a este eléctrico como el coche de producción más rápido jamás medido en una pasada, por encima del Bugatti Chiron Super Sport 300+ y semanas después de que la propia BYD batiera el récord de los EV con otro U9 “Track Edition” a 472,41 km/h. El piloto alemán Marc Basseng, veterano de GT, fue el encargado de mantener a raya el vértigo y el rozamiento del aire.
El test se ha realizado en la pista alemana donde muchos fabricantes prueban máximas y estabilidad. BYD ha difundido el vídeo con telemetría VBOX y datos ambientales, y sus cuentas regionales compartieron el resultado con el guarismo de 496,22 km/h, un salto de más de 23 km/h respecto a la plusmarca eléctrica de agosto. El hito llega apenas cuatro semanas después de que el U9 Track Edition alcanzara 472,41 km/h en el mismo escenario, con Basseng al volante, lo que ya entonces convirtió al U9 en el EV más veloz medido en una sola pasada. Aquel ensayo sirvió de banco de datos para la aerodinámica, los neumáticos y la gestión térmica del sistema de 1.200 voltios; ahora, la variante Xtreme estira ese aprendizaje hasta rozar la “mítica” barrera de 500 km/h.
Bajo la carrocería del U9 Xtreme trabaja la arquitectura e4 de BYD con cuatro motores independientes y vectorización de par a cada rueda, alimentada por una plataforma de 1.200 V y una batería Blade de química LFP preparada para descargas extremas. Yangwang detalla que cada máquina eléctrica puede alcanzar 555 kW de pico, superando los 3.000 CV combinados y con una relación peso/potencia que coquetea con lo que hasta hace nada solo veíamos en prototipos de récord. La marca habla además de una Blade “de grado circuito” con descarga 30C, clave para sostener la entrega a más de 482 km/h sin que la temperatura arruine la fiesta.
La otra mitad del milagro es el control, a 400, 450 o 490 km/h el aire se convierte en una pared y cualquier oscilación se multiplica; por eso, el U9 Xtreme combina el sistema de suspensión activa DiSus-X con una estrategia de vectorización que corrige con muchísima rapidez, estabiliza el eje delantero cuando afloran aligeramientos y reparte empuje para que el coche no “flote” en la última porción de velocidad. El resultado no es solo potencia bruta, sino orquestación electrónica a la altura de un desafío que exprime cada molécula de aire.
A 496 kilómetros por hora no hay truco posible si los neumáticos no aguantan, según Yangwang, el Xtreme monta gomas personalizadas y se convierte en el primer coche chino calzado con neumáticos capaces de soportar 500 km/h, un requisito que obliga a trabajar en mezcla, estructura y asiento en la llanta para evitar el más mínimo deslizamiento relativo bajo cargas centrífugas enormes. En la pasada del récord se aprecia, además, una configuración aerodinámica de baja resistencia con elementos fijos y ajustes pensados para minimizar el drag, herencia directa del aprendizaje del Track Edition de agosto.
El 496,22 km/h del U9 Xtreme, igual que el 490,48 km/h del Bugatti Chiron Super Sport 300+ en 2019, corresponde a una pasada en un solo sentido certificada en pista, no a un promedio ida y vuelta como exigen los récords oficiales de velocidad terrestre o algunas listas de “producción” más estrictas. En la práctica, casi todos los intentos actuales de coches de calle se validan así, por seguridad de neumáticos y asfalto, y se comparan entre sí bajo ese mismo protocolo. Por eso tantos medios consideran que el U9 Xtreme desbanca al Bugatti en la categoría de “coche de producción más rápido en una pasada”.
Donde no hay discusión es en el hecho: un eléctrico ha superado, con carrocería de hiperdeportivo y configuración de producción limitada, la barrera de los 495 km/h en un ensayo medido con instrumentación de referencia. Y eso, en un universo dominado históricamente por gigantes de gasolina, vale por un manifiesto industrial: la era EV también conquista el extremo de la velocidad pura.
Hasta ahora, el “tótem” de la velocidad moderna era el Chiron Super Sport 300+, que en 2019 quebró la barrera de 482 km/h con 490,484 km/h en Ehra-Lessien; el U9 Xtreme añade 17,6 km/h a aquella plusmarca en el mismo tipo de medida unilateral. Que la diferencia se compute con decimales no la hace menor: a esas cifras, ganar un solo km/h exige energía, neumático y aire a favor a niveles muy difíciles de conseguir. Y el U9 lo ha hecho con cuatro motores eléctricos, sin detonaciones ni cambios de marcha, apoyándose en una gestión exquisita del flujo y la electrónica.
El movimiento también reordena el tablero EV. Hasta agosto, el Rimac Nevera lucía la corona eléctrica con 412 km/h; en pocas semanas, el U9 ha pulverizado ese techo primero como EV y luego como producción sin apellidos, y lo ha hecho en la misma pista alemana donde se han medido muchos hitos recientes. Si la respuesta de Europa y EE. UU. llega entraremos en una carrera tecnológica que, paradójicamente, podría beneficiar al coche de calle en estabilidad, gestión térmica y seguridad de neumáticos.
Yangwang ha abierto reservas del U9 Xtreme y afirma que será una serie muy limitada de 30 unidades a nivel mundial, con especificación derivada del coche del récord, apoyado en la industrialización de la Blade Battery, el tren motriz de 1.200 V y un software de control que ya ha demostrado robustez en pista. El propio fabricante actualiza en su web que el modelo “ha logrado 496,22 km/h” y combina hardware reforzado con el software de control que se ha validado en Papenburg.