La gran parrilla cromada se convierte en “joya” tecnológica: marco brillante, malla tipo vidrio ahumado e iluminación con la estrella erguida también iluminada. Todo remata un frontal limpio, con faros muy finos y carrocería negro piano que realza las superficies. El resultado es clásico y nuevo a la vez: status y firma lumínica clara para la era eléctrica.
La carrocería en negro piano realza superficies limpias y faros muy finos. El capó larguísimo, la cabina retrasada y la zaga fluida conectan con los años 30 y a referentes como los W108/W111 o el 600 Pullman, pero con superficies limpias y faros muy finos que modernizan el gesto. La pintura negro piano realza los volúmenes y subraya la presencia de un gran turismo eléctrico que se quiere solemne, no agresivo.
Dentro manda la materialidad. Banqueta delantera en terciopelo azul, marquetería de paja en el suelo y detalles en latón. En el centro, el “Zeppelin” de vidrio flota sobre el salpicadero. Los relojes analógicos se animan al abrir la puerta y conviven con una pantalla pilar a pilar discreta. La HMI prioriza tacto, lectura clara y ergonomía. Menos “pantalla por pantalla” y más lujo que se siente. Resultado: ambiente lounge para viajar sin fatiga.
Este nuevo modelo cuenta con nuevas tecnologías muy interesantes como la solar paint, un recubrimiento fotovoltaico ultrafino que en condiciones ideales, podría aportar energía equivalente a ~12.000 km/año (≈7.450 millas) según los ejemplos de integración de superficie total. No sustituye a la batería, por supuesto, pero ayuda a reducir consumos y a estirar la autonomía un poquito más.
También cuenta con computación neuromórfica, que replica cómo procesa el cerebro. Mercedes la investiga para que los sistemas de asistencia y automatización sean más rápidos y mucho más eficientes: el propio fabricante habla de hasta un 90% menos de energía para el procesado respecto a arquitecturas actuales.
En cuanto a la dinámica, el steer-by-wire elimina la unión mecánica entre volante y ruedas, mejorando la maniobrabilidad y el aparcamiento. Hoy, la hoja de ruta de Mercedes en la conducción autonoma apunta a un Nivel 2 avanzado en ciudad y plantea Nivel 4 en autopista como siguiente peldaño para viajar relajados mientras el coche se ocupa del resto.
"El Vision Iconic funciona como manifiesto.", comenta Gorden Wagener, director de diseño de Mercedes. "La parrilla icónica con luz define un código reconocible que ya vimos debutar en el GLC eléctrico y que puede escalar al resto de la gama. La coherencia entre proporciones clásicas, firma lumínica y CMF (colores, materiales y acabados) ofrece una vía para diferenciarse sin caer en el retro literal. Es diseño con memoria y con futuro."
Además, Mercedes acompaña el estreno con una cápsula de moda en azules y dorados y un Iconic Design Book que explica esta “nueva era icónica”: el diseño se extiende más allá del coche y refuerza el relato de marca.