El gigante tecnológico consolida así una iniciativa que, siete años después de su gestación, se ha convertido en una de las apuestas más ambiciosas de la industria para llevar conectividad de alta velocidad a escala global.
Cuando Amazon comenzó a trabajar en Kuiper, lo hizo desde un pequeño equipo de ingenieros y con un planteamiento que hoy mantiene plena vigencia: reducir la brecha digital que afecta a miles de millones de personas sin acceso a internet rápido y estable. La compañía defendía entonces que la infraestructura terrestre: fibra, redes móviles o microondas, no sería suficiente para llegar a determinadas regiones, ya sea por limitaciones geográficas, económicas o regulatorias.
En este sentido, la constelación de satélites en órbita baja se concibió como la alternativa más directa para ofrecer servicios de banda ancha en lugares remotos y para cubrir necesidades de empresas, gobiernos y operadores que requieren conectividad en entornos sin red fija.
Desde aquellos primeros bocetos, Amazon ha logrado hitos técnicos y regulatorios clave, como la obtención de licencias, la firma de uno de los mayores acuerdos de lanzamiento de la industria espacial o la puesta en órbita de sus primeros satélites prototipo. La marca Proyecto Kuiper simbolizó esa etapa inicial, pero la compañía considera que la madurez alcanzada justifica un nuevo nombre para la fase comercial.
La marca Leo busca reflejar la naturaleza de la red, una constelación en órbita terrestre baja, y marca el inicio de una etapa orientada a la operación comercial. Amazon ya ha desplegado más de 150 satélites, y la compañía afirma disponer de una de las líneas de producción más grandes del mundo para acelerar la densidad y cobertura necesarias antes del lanzamiento del servicio.
Uno de los elementos diferenciales del proyecto pasa por el desarrollo de terminales de usuario avanzados, entre ellos la primera antena comercial capaz de alcanzar velocidades de gigabit. Con este tipo de dispositivos, Amazon pretende facilitar la adopción incluso en entornos profesionales, desde aviación y logística hasta administraciones públicas.
La compañía ha comenzado a cerrar acuerdos con clientes institucionales y operadores internacionales, como JetBlue, DIRECTV Latinoamérica, Sky Brasil, NBN Co. o L3Harris.