La iniciativa, conocida como Chat Control 2.0, pretendía sustituir el modelo actual de supervisión voluntaria por un sistema obligatorio de vigilancia masiva con el fin de combatir el abuso sexual infantil en línea.
El Gobierno danés, que actualmente ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, decidió retirar la propuesta tras no lograr el consenso necesario entre los Estados miembros. Alemania lideró el bloque de oposición, defendiendo que una medida de este tipo supondría una vulneración directa del derecho a la privacidad y de las comunicaciones cifradas de los ciudadanos europeos.
El ministro de Justicia danés, Peter Hummelgaard, ha confirmado que “la orden de registro no formará parte de la nueva propuesta de compromiso de la presidencia de la UE” y que el proceso “seguirá siendo voluntario para los gigantes tecnológicos que quieran buscar material de abuso sexual infantil”. De este modo, los Estados miembros optan por mantener el marco actual, establecido bajo la legislación Chat Control 1.0, en vigor desde 2021.
En este sentido, la ministra de Justicia alemana, Stefanie Hubig, ha celebrado la decisión danesa, calificándola como “una mejora sustancial”. En un comunicado, ha destacado que la nueva situación “mantiene normas importantes para combatir la pornografía infantil en línea” y, al mismo tiempo, “consolida las opciones cruciales que tienen los proveedores para denunciar voluntariamente el abuso sexual infantil”.
“En un Estado de derecho, el fin nunca justifica los medios” y “los derechos civiles fundamentales también deben protegerse en el ámbito digital”
“Queda descartada la monitorización estatal de los chats”, señala Hubig, quien insiste en que “en un Estado de derecho, el fin nunca justifica los medios” y que “los derechos civiles fundamentales también deben protegerse en el ámbito digital”.
Aun así, el Gobierno alemán ha propuesto introducir el almacenamiento obligatorio de direcciones IP como herramienta adicional en la persecución del abuso sexual infantil en Internet. Según Hubig, esta medida permitirá combinar “una persecución más eficaz con la protección de los derechos fundamentales”.
El marco actual, Chat Control 1.0, permite a las plataformas revisar de manera voluntaria los mensajes privados y notificar posibles casos de contenido ilegal. Esta norma estará vigente hasta abril de 2026, mientras continúa el debate sobre la viabilidad de su sucesora.
La propuesta de Dinamarca pretendía imponer el escaneo automático de los mensajes, imágenes y archivos enviados por los usuarios, incluso en entornos cifrados, algo que se ha considerado ha sido como una amenaza directa al principio de confidencialidad de las comunicaciones por juristas y organizaciones de derechos digitales.