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La nueva frontera cerebral: empresas que leen la mente para ¿revolucionar la tecnología?

(Foto: DALL·E ai art).
Pilar Bernat | Martes 25 de febrero de 2025
Rafael Yuste, neurobiólogo español en la Universidad de Columbia, investiga el cerebro y promueve los 'neuroderechos' ante los avances en neurotecnología. Su trabajo busca garantizar la privacidad y autonomía mental; mientras, compañías como Apple y Neuralink, entre otras, desarrollan tecnologías que leen ondas cerebrales, planteando oportunidades para la salud, pero también desafíos éticos significativos.

Tal vez no todo el mundo sepa que hay un científico español que trabaja en la Universidad de Columbia cuya investigación se centra en el cerebro; más concretamente en el comportamiento neuronal. Rafael Yuste, neurobiólogo nacido en Madrid en 1963, es profesor de Ciencias Biológicas y uno de los impulsores del proyecto BRAIN. Su trabajo tiene como objetivo la comprensión del funcionamiento de la conciencia y la memoria, y hoy lo traemos a colación porque él ha liderado los esfuerzos para establecer los ‘neuroderechos’ de los humanos frente al avance de la neurotecnología.

Es decir, lucha por la ampliación de la Declaración Universal de Derechos Humanos con nuevos epígrafes propuestos para proteger la integridad mental, la privacidad y la autonomía de las personas frente a los avances de la neurotecnología. Éstos incluyen aspectos como el derecho a la privacidad de pensamientos, la protección contra la manipulación cerebral no consentida y la garantía de que la tecnología que interfiere con el cerebro (como interfaces cerebro-computadora) se usen éticamente. Este concepto busca anticiparse a los riesgos de abusos o intrusiones derivados de herramientas que pueden leer, interpretar o alterar la actividad neuronal.

La civilización desarrollada por el Homo Sapiens (hasta hace poco denominado Homo Sapiens Sapiens) puede estar tocando a su fin para mutar en otra cosa

No hace mucho tiempo, el Dr. Yuste estuvo en Madrid, en Fundación Telefónica, presentando su primer libro de divulgación: ‘El cerebro, el teatro del mundo’ y he de reconocer que el auditorio estaba lleno y que hay mucha gente interesada y preocupada por un tema que nos puede impactar tan directamente como para afrontar la idea de que peligra nuestra especie y nuestro mundo tal y como lo conocemos, la civilización desarrollada por el Homo Sapiens (hasta hace poco denominado Homo Sapiens Sapiens) puede estar tocando a su fin para mutar en otra cosa.

Tanto Yuste como otras personas involucradas en el mundo de la inteligencia artificial y sus consecuencias intentan explicar cómo en el umbral de una nueva era tecnológica, varias compañías están explorando y desarrollando tecnologías que permiten leer las ondas cerebrales, abriendo un sinfín de posibilidades desde la salud hasta el entretenimiento y trabajan con innovaciones que están redefiniendo el concepto de interacción humano-máquina. Unas cosas serán muy positivas y otras (que aún desconocemos públicamente) serán tan peligrosas como negativas.

Valga como ejemplo el caso de Apple, empresa que ha explorado varias tecnologías relacionadas con la lectura de ondas cerebrales, según patentes recientes. Una de las más destacadas es un sistema para los AirPods que permitiría medir señales biológicas, incluyendo la actividad eléctrica del cerebro. Esta patente describe el uso de pequeños electrodos integrados en los auriculares para captar datos como electroencefalogramas (EEG), que registran las ondas cerebrales, junto con otras señales como electromiografía (EMG) o electrocardiogramas (ECG). La idea oficial es que los AirPods no solo sirvan para escuchar música, sino que también puedan monitorear aspectos de la salud o el estado del usuario de forma no invasiva.

Ambas tecnologías, patentadas por Apple, buscan aprovechar la interfaz entre dispositivos portátiles y el cuerpo humano

Otra patente interesante está vinculada al Apple Vision Pro, donde se menciona la incorporación de sensores de ondas cerebrales en un diseño de auriculares o gafas. Esto podría usarse para interferir en la salud mental y física, por ejemplo, ayudando en terapias de concentración, meditación guiada o incluso optimizando entrenamientos al analizar la actividad cerebral en tiempo real. Estos sensores se integrarían en la banda del dispositivo para ofrecer una experiencia inmersiva y personalizada, aunque por supuesto, Cupertino asegura que no se enfocan en leer pensamientos directamente, sino en interpretar patrones biológicos. Por tanto, ambas tecnologías buscan aprovechar la interfaz entre dispositivos portátiles y el cuerpo humano, aunque no sabemos cuándo llegará al mercado.

Emotiv y el control mental o el neurofeedback

Y es precisamente la electroencefalografía la técnica más extendida en este campo, ya que la EEG que captura las señales eléctricas del cerebro a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo, ha encontrado un aliado en Emotiv. Esta empresa ofrece cascos EEG para consumidores y científicos y permite desde el control mental hasta aplicaciones de neurofeedback para la meditación y el bienestar (el objetivo es que la persona aprenda a modificar conscientemente sus patrones cerebrales para mejorar funciones como la atención, el manejo del estrés, el sueño o incluso el rendimiento cognitivo).

Emotiv asegura que ha democratizado el acceso a la tecnología BCI (Interfaz Cerebro-Ordenador, un sistema que permite la comunicación directa entre el cerebro humano y un dispositivo electrónico, como una computadora o una máquina, sin necesidad de usar músculos o movimientos físicos, haciéndola accesible para investigadores y usuarios comunes interesados en explorar sus potencialidades mentales).

Neuralink: Integración humano-máquina

Elon Musk, el nuevo co-mandatario de los Estados Unidos, cofundador de Tesla y OpenIA, entre otras, a través de su empresa Neuralink, está explorando los límites de las interfaces invasivas cerebro-ordenador. Su objetivo principal es crear dispositivos implantables que conecten directamente el cerebro humano con un ordenador con el que podrá establecer una comunicación bidireccional entre ambos. Esto significa que el cerebro podría enviar señales a un dispositivo externo (como un portátil o un teléfono sólo con el pensamiento) y, potencialmente, recibir información de vuelta.

Neuralink trabaja en un chip llamado ‘The Link’, que se implanta quirúrgicamente en el cráneo mediante un robot especializado

En términos prácticos, Neuralink trabaja en un chip llamado ‘The Link’, que se implanta quirúrgicamente en el cráneo mediante un robot especializado. Este chip tiene miles de electrodos diminutos que se insertan en el cerebro para registrar y estimular la actividad neuronal. Hasta ahora, su enfoque inicial es médico: ayudar a personas con discapacidades graves, como parálisis o cuadriplejia, a recuperar funciones perdidas.

A largo plazo, Neuralink pretende tratar enfermedades neurológicas el como alzheimer, parkinson o lesiones de médula espinal, e incluso restaurar la vista o el movimiento en personas afectadas. Musk también ha hablado de metas futuristas, como fusionar la inteligencia humana con la artificial para mejorar nuestras capacidades cognitivas, aunque esto sigue siendo un tema especulativo y esperemos que lejano. ¿Cuánto? No se sabe.

BCIs más accesibles y menos invasivos

Por su parte, la australiana Synchron está cambiando el juego con sus interfaces menos invasivas, que se implantan a través de vasos sanguíneos que llegan hasta el cerebro, y ofrece una esperanza tangible para pacientes con parálisis. La empresa se enfoca en la rehabilitación mediante el control de dispositivos con el pensamiento. Los expertos aseguran que los australianos van mucho más avanzados que el equipo de Musk.

Otros jugadores en el terreno de la biotecnología son Neurable y NextMind quienes están acercando la tecnología BCI directamente al consumidor. Neurable, con sus auriculares, monitorea la concentración y el estrés para aplicaciones de mindfulness y productividad, mientras que NextMind permite la interacción con dispositivos digitales usando solo la mente, con un enfoque en el control mental de interfaces.

Kernel se dedica a acelerar la investigación cerebral con neurotecnología, apuntando a mejorar nuestra comprensión del cerebro humano. Sus esfuerzos podrían llevar a tratamientos para enfermedades neurológicas y mejoras cognitivas; Cognixion combina realidad aumentada con BCI para ofrecer nuevas formas de comunicación, especialmente para personas con discapacidades y su trabajo podría transformar la accesibilidad y permitir a más personas interactuar con el mundo digital de maneras inéditas.

Por último, BrainGate, un consorcio de investigación, ha estado a la vanguardia del desarrollo de BCIs para asistir a personas con parálisis, al demostrar cómo estas tecnologías pueden mejorar significativamente la calidad de vida de personas físicamente vulnerables.

Desafíos y Futuro

Fue Carme Artigas quien en el último Foro de la Gobernanza en Madrid habló de este tipo de dispositivos que aún están muy alejados de la cultura popular y como bien decía la ex Secretaria de Estado, “aunque el potencial de estas tecnologías es inmenso, enfrentan desafíos significativos: la privacidad, la ética de la lectura cerebral, y la seguridad de los datos son preocupaciones apremiantes”. Además, la precisión y la facilidad de uso de estas interfaces aún necesitan mejorar para su adopción a gran escala.

En 2008 Apple lanzó su primer iPhone en España y en Telefonía y Comunicaicones / Zonamovilidad avisamos de que el móvil llevaba un log integrado que registraba toda nuestra actividad. Telefónica lo justificó diciendo que eran datos anónimos que se recogían con datos comerciales. De ahí a lo que vivimos hoy en día en cuanto a uso de nuestros datos y que todos asumimos con naturalidad han sido sólo ‘días’.

Vivir ausentes, distantes, ignorantes de la realidad tecnológica y el uso que se pueda hacer de ella es labor de todos. Y no vale argumentar yo no sé, yo no sabía. Especialmente los responsables.

Empresas de neurotecnología y sus productos

Empresa

Producto/Servicio

Descripción

Neuralink

N1 Implant

Interfaz cerebro-computadora invasiva para tratar enfermedades neurológicas y mejorar cognición

Emotiv

EPOC, Insight, Flex

Cascos EEG para consumidores y científicos, aplicaciones en control mental y neurofeedback

Synchron

Stentrode

BCI menos invasivo, implantado a través de vasos sanguíneos, para rehabilitación de parálisis

Neurable

Enten, MW75 Neuro

Auriculares que monitorean concentración y estrés, aplicaciones de mindfulness y productividad

Kernel

Kernel Flow

Herramientas para la investigación cerebral y potenciales mejoras cognitivas

Cognixion

Cognixion One Axon

Sistemas de realidad aumentada y BCI para comunicación asistida

NextMind

Dev Kit

Dispositivo BCI no invasivo para interactuar con interfaces digitales usando la mente

BrainGate

BrainGate Neural Interface

Investigación en BCI para ayudar a personas con parálisis a controlar dispositivos externos

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