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Los Simpsons siempre se adelantan a la realidad, también con las Vision Pro de Apple
Los Simpsons siempre se adelantan a la realidad, también con las Vision Pro de Apple

¿Serán las Vision Pro el nuevo iPhone?

Por Javier López Tazón
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javierlopezgmailcom/11/11/17
martes 06 de febrero de 2024, 09:00h

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Un paisaje urbano con decenas de personas ocultas detrás de sus gafas de realidad mixta nos parece ahora distópico, pero también nos lo parecía una sociedad pegada al móvil. Apple apuesta fuerte por su nueva gama, por la computación espacial. Veremos.

A nada que uno esté algo interesado en tecnología es prácticamente imposible que a través de alguna red social no le hayan llegado imágenes de gente paseando por calles de Estados Unidos equipados con las Apple Vision Pro, el último lanzamiento de la casa de la manzana mordida y el primero de lo que en Cupertino han llamado computación espacial.

Esta misma mañana, estaban rulando con fuerza por Twitter fragmentos de un episodio de Los Simpson emitido en octubre de 2016, poco después de que salieran a la venta las Oculus Rift, aunque ahora se contempla como un capítulo premonitorio -ojo, que Los Simpson ya anunciaron el fenómeno Trump-.

Incluso, a pesar de que todavía no están a la venta en España -no se ha anunciado cuándo ni cuánto-, se han podido ver algunos ejemplares por el asfalto madrileño.

El empeño que está poniendo Apple en este dispositivo hace suponer que tienen una confianza ciega en que se conviertan en una nueva mina de oro tras el enorme éxito de la generación "i": iPod, iPhone, iPad, iMac y de los Apple Watch. De hecho, con estas gafas mixtas que combinan la realidad virtual y la aumentada, la compañía estadounidense ha comenzado a hablar de una tecnología diferente, de una manera distinta de relacionarse con las máquinas. Definen sus Vision Pro como un sistema de computación espacial que combina hardware -las propias gafas de realidad mixta- con un sistema operativo desarrollado ad hocvisionOS- y con una miríada (hablan de un millón) de aplicaciones, 600 de ellas diseñadas específicamente para sacar el mejor partido de la tecnología que encierran las Vision Pro.

Por cierto, hablando de lo que llevan dentro, también se han convertido en semi virales publicaciones en redes sociales que muestran desde el desmontaje de las gafas para mostrar la complejidad de su interior hasta escaneos con rayos X que muestran la gran densidad de componentes y la precisión de su montaje. Vamos, que probablemente, las Vision Pro valgan los 3.500 dólares que cuestan en Estados Unidos.

Pero yo no las he probado. Tampoco sé cuándo lo haré. Ni si lo haré. Y es que hay un problema añadido: uso gafas. Y las Vision Pro no son compatibles con gafas. Sí existe la posibilidad de utilizar unas lentes de Zeiss sobre las VP que añadirían entre 100 y 150 dólares al precio del equipo. Puede corregir entre 0,75 y 2,75 dioptrías. Otra solución puede ser el uso de lentillas, pero deberían ser blandas, ya que las lentes de contacto duras podrían dificultar el sistema de seguimiento de la mirada.

Claves de las Vision Pro de Apple

Así que lo que conozco de ellas es por experiencia ajena y por las comunicaciones de la propia Apple. Va un resumen rápido. Las Vision Pro son una especie de ordenador personal con forma de gafas de buceo equipado con sistemas de visión hacia el exterior y hacia el interior para captar información y realizar el seguimiento de la mirada. La interfaz son dos pantallas OLED capaces de ofrecer una visión panorámica y un sistema de audio 360. El sistema operativo visionOS se encarga de gestionar su funcionamiento y el sistema de interacción se basa en la mirada y los gestos de los dedos.

Se puede configurar sobre la marcha el nivel de transparencia, de tal forma que podemos crear un ámbito totalmente inmersivo sin que veamos nada del exterior -para ver películas, jugar, o para un modo de concentración estricto para trabajar o estudiar- o dejarlas transparentes. Las app flotarán en el espacio entre la realidad exterior y nuestra mirada y se irán creando áreas de trabajo (o entretenimiento).

Lo he escrito en varias ocasiones, pero, como decía su anterior director de comunicación, si Apple es buena en algo sobre las demás cosas es en la identificación de las corrientes tecnológicas y su punto de maduración para poder colocar sus productos cuando la ola está a punto de reventar. Y puede ser que estemos otra vez en ese punto. Le ha sucedido con muchos de sus éxitos: no es el inventor, pero sabe darle su esencia y lanzarlo al mercado en el momento adecuado. Sí, algunas veces ha fallado, como le pasó con Newton, pero ¿dónde están hoy las agendas electrónicas? En el fondo de un cajón. O, mejor dicho, devoradas por el móvil.

Si es este el momento lo iremos sabiendo pronto. Pero a mí me sigue sonando a distopía que vayamos por la calle con unas gafas de realidad mixta haciendo gestos con los dedos para abrir aplicaciones y documentos. Además, todavía hay que salvar un problema fundamental: la duración de la batería. Dos horas de funcionamiento por carga parece poco, muy poco.

Pero también es verdad que cuando se lanzaron los móviles pocos creyeron que se iban a convertir en ubicuos y que iba a haber más líneas de móviles que personas en el mundo. ¿Quién iba a querer ir hablando por teléfono por la calle? ¿Y cuando llegó internet al móvil? ¿De verdad iba a ser casi necesario navegar cuando estás en el Metro? ¿Y jugar en línea en el móvil en el autobús?... Y mira adónde hemos llegado. Así que, curados de espanto, ¿por qué no un mundo en el que la mitad de la población sale de casa con unas gafas-ordenador?

Iremos viendo. De momento, no han llegado a Europa. De momento, son muy caras. De momento, no son compatibles si utilizas gafas. De momento, la batería tiene muy poca autonomía...

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