El movimiento busca resolver de forma directa el conflicto financiero entre ambas compañías, en virtud de un contrato mayorista por el que el operador alicantino adeuda más de 70 millones de euros.
La propuesta de Vodafone, propiedad del grupo británico Zegona Communications, contempla la capitalización del pasivo que mantiene Finetwork con la compañía a cambio del 95% de su capital, previa inyección de 10 millones de euros. Esta fórmula se ampara en el nuevo marco concursal español, en una vía legal similar a la que permitió a fondos acreedores hacerse con el control de la siderúrgica Celsa en 2023, desplazando a sus antiguos propietarios.
Vodafone justifica su propuesta al acreditar ser acreedor de más del 50% del pasivo total de Webi Mobile, matriz de Finetwork. La deuda se estructura en tres clases: ordinaria (relativa a impagos comerciales), contingente (aún en fase de arbitraje) y subordinada (correspondiente a intereses generados).
Según la teleco, el valor del equity de Finetwork es actualmente nulo, a pesar de que sus responsables han declarado unos ingresos de 157 millones de euros en 2024, un 24% más que el año anterior, y un beneficio neto de seis millones, cifras aún no registradas oficialmente en el Registro Mercantil.
Al margen de la deuda con Vodafone, Finetwork acumula un pasivo financiero que supera los 100 millones de euros, fruto en gran parte de una política de expansión agresiva financiada mediante préstamos bancarios e inversión privada.
El plan de reestructuración está a la espera de ser admitido a trámite, lo que abriría un periodo de alegaciones hasta, previsiblemente, bien entrado septiembre
El plan de reestructuración está a la espera de ser admitido a trámite, lo que abriría un periodo de alegaciones hasta, previsiblemente, bien entrado septiembre. Actualmente, Finetwork está en fase de preconcurso desde mayo, lo que le permite un margen legal de hasta seis meses, hasta finales de noviembre, para alcanzar acuerdos con sus acreedores antes de que el proceso derive en un concurso formal.
Mientras tanto, se han intensificado las especulaciones sobre una posible adquisición de Finetwork por parte de Asterion Industrial Partners, fondo de capital riesgo español que ha mostrado interés en el operador. El pasado 2 de julio, la propia Finetwork comunicó a su plantilla un principio de acuerdo con Asterion valorado en unos 200 millones de euros, aunque desde entonces no se han producido avances verificables. Algunas fuentes del sector consideran que este anuncio fue una maniobra para ganar tiempo ante el avance del litigio con Vodafone.
Asterion, a través de su vehículo Olin Group, ha protagonizado varias compras en el ámbito de las telecomunicaciones españolas, como Olivenet, Fibranet, Mowitel, Club TV, Waytel, Conecta y Comenersol.
Finetwork se encuadra dentro del segmento de los operadores móviles virtuales, sin infraestructura propia, por lo que depende de redes de terceros para prestar servicio. Su crecimiento sostenido en los últimos años le ha permitido alcanzar una base de 1,3 millones de líneas de móvil y fibra. No obstante, la dependencia de Vodafone como proveedor de red es total, dado que ambas empresas renovaron en mayo de 2024 un contrato mayorista por diez años, incluyendo una quita de 40 millones de euros en la deuda acumulada.
Su crecimiento sostenido en los últimos años le ha permitido alcanzar una base de 1,3 millones de líneas de móvil y fibra
Pese al acuerdo, Finetwork dejó de abonar las mensualidades poco después, alegando discrepancias contractuales. Esta situación agravó su deterioro financiero y acentuó la tensión entre ambas partes.
Además de las dificultades económicas, la teleco atraviesa una etapa de inestabilidad directiva. La destitución repentina del consejero delegado Óscar Vilda a finales de 2024 dejó la compañía bajo la gestión de un “comité de transición” liderado por el fundador y principal accionista, Pascual Pérez. Su intención declarada es imponer un nuevo rumbo estratégico, tras el fallido intento de crecimiento a base de deuda orientado a una venta rápida que nunca llegó a concretarse.
La resolución del caso Finetwork está ahora en manos de la justicia. Si el juzgado acepta el plan de reestructuración de Vodafone y concluye que cumple con los requisitos establecidos por la ley concursal, el operador británico podrá asumir el control efectivo del 95% de la sociedad, dando por saldada su deuda y evitando la vía liquidatoria.