El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que Telefónica negocia con los sindicatos ha reducido de forma significativa su alcance inicial con una rebaja cercana al 19%.
Tras las últimas reuniones entre la compañía y las organizaciones sindicales, el número de empleos afectados ha pasado de los 6.088 planteados en un primer momento a 4.921. El ajuste afecta al conjunto de las siete sociedades incluidas en el proceso y refleja el efecto de las negociaciones abiertas en las últimas semanas.
El mayor recorte se ha producido en las tres principales filiales del grupo, Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones, que concentran el grueso de la plantilla. En estas sociedades, Telefónica ha aceptado reducir el umbral mínimo de salidas forzosas hasta las 4.000 personas, frente a las 4.600 acordadas en una fase previa de la negociación. Este movimiento permitiría evitar despidos obligatorios si se alcanzan suficientes adhesiones voluntarias, aunque la empresa mantiene como objetivo máximo las 5.040 salidas inicialmente previstas para estas divisiones.
En el resto de empresas incluidas en el ERE, las cifras también se han revisado a la baja. En Telefónica Global Solutions, Telefónica Innovación Digital y Telefónica SA, las salidas previstas han pasado de 751 a 676, mientras que en Movistar+ se han reducido de 297 a 245. En conjunto, el número mínimo de salidas para todo el grupo quedaría ahora en torno a las 4.873 personas, siempre que no se superen los umbrales fijados en las filiales principales.
La dirección ha reiterado su compromiso de priorizar las salidas voluntarias, aunque los sindicatos consideran que el margen sigue siendo insuficiente para garantizar un proceso completamente no traumático. UGT ha valorado positivamente la reducción acordada, pero insiste en que es necesario rebajar aún más el mínimo para asegurar que no se produzcan despidos forzosos. Por su parte, Sumados-Fetico ha planteado que el umbral debería situarse en torno a las 3.550 personas.
Más allá de las cifras, uno de los avances más relevantes se ha producido en las condiciones asociadas a las salidas. Telefónica ha aceptado una renta lineal voluntaria para el tramo de edad comprendido entre los 61 y los 65 años, dirigida a aquellas personas que necesiten extender su Convenio Especial con la Seguridad Social más allá de los 63 años. Este nuevo esquema sustituye al modelo anterior, que combinaba porcentajes del 68% del salario hasta los 62 años y del 38% hasta los 65, por una renta del 50% durante todo el periodo.
Asimismo, se ha acordado la extensión de la póliza de salud durante todo el tiempo de vigencia del Complemento de Salida Especial (CESS). Los sindicatos, no obstante, reclaman que esta cobertura se mantenga hasta el acceso efectivo a la jubilación, en igualdad de condiciones para todas las personas, incluidas aquellas que opten por la jubilación anticipada.
En cuanto al calendario, la empresa propone como ventana principal de salida el mes de marzo de 2026, con nuevas fases a lo largo de 2026 y 2027 y, de forma excepcional, en 2028. UGT exige que estas fechas puedan revisarse en la Comisión de Seguimiento con el objetivo de adelantar salidas cuando resulte viable.
Paralelamente, las organizaciones sindicales han puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar la creación de empleo. UGT reclama que el compromiso de nuevas contrataciones se eleve hasta el 10%, con un reparto equilibrado por territorios y direcciones, frente al porcentaje inferior planteado inicialmente por la compañía.
Tras dos semanas de negociaciones, el ERE de Telefónica continúa abierto y sujeto a ajustes. La reducción del impacto inicial y la mejora de las condiciones económicas marcan un punto de inflexión en el proceso, aunque sindicatos y empresa mantienen diferencias relevantes.
El desenlace dependerá de la capacidad de ambas partes para cerrar un marco que permita alcanzar los objetivos de reestructuración sin recurrir a salidas forzosas, en un contexto de transformación tecnológica y reorganización interna del grupo.