Asimismo, el nuevo estudio de Kaspersky señala que el 45% de los españoles con perfiles en redes sociales piensa que los influencers a los que sigue les proporcionan una forma de evadirse de la realidad, el 21% cree que podrían ser sus amigos, y el 25% ha intentado interactuar con ellos mediante mensajes privados.
Por otro lado, un tercio de los usuarios españoles de las redes sociales sigue a influencers. Además, alrededor del 74% ha interactuado con los influencers a los que sigue, mayoritariamente comentando sus publicaciones y reaccionando a sus publicaciones o historias. Y, el 22% ha conocido a algunos de los influencers que sigue en la vida real y el 25% les ha enviado mensajes privados.
Los usuarios españoles pasan de media una hora al día en cada red social
Siguiendo esta línea, el 74% de los españoles confirma que aprende de los influencers (en cuanto a salud, aficiones, noticias, estilo, etc.), el 26% asegura que le ha hecho cambiar de opinión sobre determinados asuntos, y un 15% admite que es dependiente del contenido que publican. Por otra parte, según este informe, los usuarios españoles pasan de media una hora al día en cada red social. Aparte de WhatsApp y Facebook, YouTube, Instagram o Twitter son las plataformas más utilizadas, también para la interacción con influencers.
Por su parte, el psicólogo y divulgador Nacho Coller advierte que “el ser humano es un ser social, por lo que, al compartir, comunicar, cooperar, ayudar o relacionarse conseguimos mejorar nuestro índice de satisfacción vital. Asimismo, las interacciones con nuestro entorno (especialmente en niños y adolescentes) forman y desarrollan nuestra personalidad. La búsqueda incansable de la felicidad, la necesidad de relacionarnos y encontrar distractores positivos en redes sociales, que a lo largo de la pandemia se ha disparado, ha fomentado las relaciones parasociales con personas influyentes. Al igual que cuando vemos una película somos conscientes de que los personajes no son reales, es importante generar entre los más jóvenes un espíritu crítico hacia las cuentas de los influencers; muchas de ellas aportan contenido y un soplo de aire fresco a la vida, hacen reír y olvidarse temporalmente de los conflictos del día a día, sí, pero no dejan de ser actores durante un tiempo determinado mostrando su mejor cara. ¿Alguien ha visto a algún influencer haciendo la limpieza de la casa o fregando la vajilla? Eso también es la vida”.
Esta dependencia de las redes sociales y el incremento de las relaciones virtuales pueden llevar a menudo a compartir demasiada información personal en las redes sociales, lo que puede tener consecuencias muy negativas.