La compañía ha trasladado a los sindicatos la memoria jurídica que sustenta el ajuste, basado en causas organizativas, técnicas y de producción, y que se enmarca en el plan estratégico presentado el pasado 4 de noviembre.
Según la documentación compartida, la propuesta inicial distribuye la afectación de la siguiente forma: 3.649 empleados en Telefónica de España, equivalente al 41,04% de una plantilla formada por 8.892 personas; 1.124 en Telefónica Móviles, que representa el 31,34% de los 3.587 trabajadores actuales; y 267 en Telefónica Soluciones, un 23,89% sobre un total de 1.118 empleados.
A estos más de 5.000 despidos se sumarán otros tantos correspondientes a las otras cuatro filiales afectadas en este ERE: Telefónica Global Solutions, Telefónica Innovación Digital y Movistar+, aunque según Víctor Pascual, secretario general del sindicato CCOO para Telefónica en Madrid, la cifra ya confirmado supone alrededor del 80% del total de los despidos previstos, por lo que el total se espera que ronde los 6.300 despidos.
Pese a que esta primera reunión se ha centrado en compartir la información relativa a los despidos, los sindicatos han exigido que cualquier salida se articule como un proceso estrictamente voluntario sustentado en prejubilaciones, en línea con lo pactado en el ERE ejecutado en 2024.
Desde UGT consideran que este enfoque resulta imprescindible para garantizar un acuerdo global y evitar medidas traumáticas. Además, insiste en que la negociación del propio ERE no puede desvincularse del futuro del Convenio de Empresas Vinculadas (CEV), cuya prórroga hasta 2030 condiciona el avance de las conversaciones.
“Sin un marco estable y actualizado en materia de garantías, conciliación y organización del trabajo, será imposible cerrar un acuerdo en plazos razonables”, trasladan fuentes de los sindicatos.
Desde CCOO, el secretario de TdE Madrid, confirma que cada empresa mantiene su propia mesa de negociación y que los equipos sindicales están analizando los informes técnicos facilitados por la compañía, pero se espera que el sindicato ofrezca una respuesta formal el día 26 de este mes, aunque ya anticipa las prioridades para el proceso.
Entre las reivindicaciones se encuentra una subida salarial ligada al IPC, la ampliación del teletrabajo y la corrección de desigualdades que afectan a determinados niveles y categorías, especialmente a los grupos más jóvenes de la plantilla. Al igual que UGT, CCOO defiende un “ERE voluntario universal” que limite al máximo el impacto social del ajuste.