El MagicBook de Honor costará 599 euros

La industria informática se había ido refugiando en los portátiles y en los ordenadores dedicados a los videojuegos. Son las áreas en las que todavía hay negocio. Aunque ya se comienza a notar también una erosión de precios por la llegada de nuevas marcas que traen las mismas estrategias que con los móviles: equipos bien construidos, competitivos en prestaciones y diseño y precios muy ajustados.

El precio era precisamente una de las pocas cosas que faltaba por conocerse del MagicBook de Honor, un portátil que se presentó en febrero y que más tarde volvería a participar en otra presentación general de nuevos productos de Honor en la que se contó la hoja de ruta de lanzamiento y precios y en la que no aparecía España. Hoy ya sabemos que el precio oficial será 599 euros (en el rango, por ejemplo, de un IdeaPad de Lenovo), pero los adelantados que reserven su equipo entre el 22 de junio y el 1 de julio en la tienda de Honor tendrán un descuento de 50 euros: 549 euros por un equipo muy versátil.

Honor tiene su foco en la población joven, lo que hace unos años se identificó como millennial y ya debería pasar a ser la generación Z. Un segmento que utiliza más de un dispositivo, uno de ellos un móvil, y los usa en movilidad. Y ahí es donde esta segunda marca de Huawei quiere colocar su portátil.

Para lograrlo tiene que ser ligero, útil tanto para aplicaciones ofimáticas como de creación y entretenimiento, con buena autonomía y un diseño actual.

No es el más en ninguno de los apartados, pero sí mantiene una media alta en todos. Es evidente que no es el más ligero del mercado, pero 1,38 kilos para un portátil con pantalla de 14 pulgadas y cuerpo metálico (aluminio) no está mal. No es un tocho, aunque tampoco es el más fino de la clase: 15,9 milímetros de grosor.

La pantalla cuenta con buena resolución (1.920 x 1.080 píxeles) tratada para evitar los reflejos y balanceada para que se pueda ver a la luz del sol. Tiene unos marcos pequeños, sobre todo el superior y los laterales: 4,8 milímetros, lo que le da un ratio (porcentaje de pantalla sobre la superficie total) del 84%. No es táctil, pero se abre casi en 180 grados, una función útil para poder compartir contenidos en un grupo.

El corazón del equipo es el AMD Ryzen 5 3500U con la tarjeta gráfica Radeon Vega 8, apoyado en ocho gigas de RAM DDR4 y 256 gigas de almacenamiento en memoria sólida (falta por confirmar si en España estará disponible la opción de 512 gigas). Tanto la memoria RAM como la de almacenamiento contribuyen a la rapidez del equipo.

A pesar de los avances tanto en los propios procesadores como en el software, una de las limitaciones en la capacidad de proceso es el calentamiento. De ahí la importancia de los sistemas de disipación de calor. En este caso, se ha aumentado la superficie de las aspas del ventilador. Logran con respecto al modelo anterior un aumento del flujo en el 49% y una disipación de un 38% más de calor.

A la movilidad también contribuye la autonomía, la capacidad de la batería y su gestión, además de la rapidez de la recarga. En este caso, el MagicBook cumple el guión. No es la más duradera, pero sí se puede trabajar hasta diez horas con una carga. Además, cuenta con carga rápida de 65 vatios (cargador compacto incluido en la caja) que permite recuperar hasta el 45% en media hora enchufado.

En cuanto al diseño sólo se han permitido un corte de diamante en bisel en los bordes exteriores de la pantalla que están rematados en azul. El resto, un cuerpo de aluminio con terminación en gris o plata.

Si está dirigido a un público que usa dos dispositivos, qué mejor que se puedan conectar entre sí. Esa es la función de Honor Magic-Link, tomada de los portátiles de Huawei. Permite intercambiar archivos entre un móvil y el portátil de forma muy rápida e, incluso, utilizar la pantalla del portátil para trabajar, ver o compartir contenido que está en el móvil.

Tiene un par de características interesantes. No son exclusivas del MagicBook, pero están bien. La primera es que el escáner de huella digital está instalado sobre el botón de encendido, de forma que mientras arranca el equipo ya te está reconociendo. La segunda es la colocación de la webcam. Hay ordenadores que incluyen una pestaña física que la tapa, pero en este caso (en Huawei, también) está montada en una tecla más que se despliega o retrae cuando se va a usar.