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Más grande, más potente... el mismo Moto G9, pero a lo bestia

Por Javier López Tazón
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javierlopezgmailcom/11/11/17

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Primero llegó el Moto G9 Play; ahora llega el G9 Plus, con mejores prestaciones y mayor tamaño. Son dos "sabores" de la gama nedia-alta de Motorola. Para gustos...\r\n

La estrategia comercial de Motorola sigue siendo para mí un arcano. Por ejemplo ¿por qué no hemos visto en España el Moto G9? La serie G es la gama media-alta de Motorola; el Edge representaría la gama alta y el Razr, una especial. Y el Moto G9 representa el modelo normal, que se distribuye en la India.

No ha llegado el G9, pero sí un par de sabores de la serie. Primero, el Play y ahora el Plus. La máxima de este último es responder al apellido Plus. Así, si pusiéramos en dos columnas las características fundamentales del Play y el Plus, podríamos ver gráficamente que en casi todas, da más.

Lo más obvio es la pantalla. Rectifico, el pantallón: 6,8 pulgadas con una única perforación en la esquina superior izquierda para que asome la cámara selfie de 16 megapíxeles. Tiene unos cuantos milímetros de marco, sobre todo en la parte superior e inferior, lo que da como resultado un terminal bastante voluminoso: 170 x 78,1 x 9,7 milímetros y 223 gramos de peso. La proporción de 20:9 (altura:anchura) permite sostenerlo bien con una mano, pero, si no eres jugador de la NBA olvídate de manejarlo con una mano. 

La resolución de la pantalla (2.400 x 1.080 píxeles) le da una densidad de 386 puntos por pulgada, más que suficiente. Y tiene el añadido de calidad de imagen de la compatibilidad con HDR10.

Pero también es grande por dentro, empezando por el procesador. Se ha quedado a las puertas de poder contar con el novísimo 750G de Qualcomm, pero monta el 730G -la letra G en los procesadores del fabricante estadounidense indican gaming, es decir que tienen potencia suficiente como para correr la mayoría de los juegos para móvil-. Aquí le puede fallar un poco el apoyo de la RAM. Cuatro gigas son tal vez escasos, aunque va bastante fluido.

En cuanto al almacenamiento, sin problemas: 128 gigas internas y una bandeja para tarjeta de memoria microSDXC.

También quiere dar batalla en las cámaras. Si está bastante bien una cámara frontal gran angular (equivalente a un 29 milímetros) de 16 millones de píxeles y una apertura de f/2,2, la trasera viene en un bloque de cuatro objetivos con un gran flash LED.

La principal es un gran angular (equivalente a un 26 milímetros) con 64 millones de píxeles y f/1,8, una apertura que le da bastante luminosidad, aunque los píxeles son bastante pequeños (0,8 µm). Generalmente, cuando hablamos de resoluciones tan altas se suele acompañar de una explicación: utilizan pixel binning, es decir, unen varios píxeles para conseguir uno de mayor tamaño y que sea capaz de atrapar más luz. De esta forma, las imágenes resultantes tienen resoluciones más bajas. En este caso, 16 millones de píxeles.

El segundo objetivo es un ultra gran angular con un campo visual de 118 grados y una resolución de ocho millones de píxeles de mayor tamaño: 1,12 µm.

No hay tele; eso se confía a recortar la resolución de la cámara principal. En su lugar, apuestan por el macro, una tendencia al alza: un objetivo de dos millones de píxeles. La cuarta cámara es, en realidad, un sensor de profundidad de dos megapíxeles. 

Tengo alguna diferencia con la inteligencia artificial que utiliza Motorola porque no logra que el color de las imágenes se correspondan con la realidad. Creo también que se debería corregir más las aberraciones que se producen al utilizar el súper gran angular. Como el resto de la industria, se suma a los modos nocturno, retrato... El menú y las opciones de modos fotográficos son bastante completos.

Más arriba hablaba del volumen del terminal: bastante grande, lo suficiente para acoger una pantalla de 6,81 pulgadas con algo de marco (según el portal GSMArena, la proporción entre la pantalla y la superficie frontal se queda en el 84,3%) y una batería de 5.000 miliamperios. Aquí no supera al Moto G9 Play, pero lo iguala. Es una batería de las más grandes del mercado.

Otra cosa que me gusta es el desplazamiento del lector de huellas de la parte trasera al botón lateral de encendido, en una posición perfecta para desbloquearlo con el dedo pulgar.

El precio cobra especial importancia en esta gama de terminales. Y Motorola marca uno bastante interesante para semejante terminal: 269 euros. Así, sin decimales. 

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