Netflix, con sus 167 millones de abonados en todo el mundo, no vive su mejor momento en casa. Esa puede ser la razón por la que ha cambiado la forma en la que decide si un vídeo se ha visto.
The Witcher es una de las peores series que he visto en Netflix. Tenía curiosidad porque tengo referencias cercanas de seguidores de la Saga Geralt de Rivia y también jugué en su día a la versión para PC (en torno a 2008) y más tarde para la de PS4, esta última con bastantes artefactos, por cierto. Durante años, he seguido la norma de que si algo es malo, mejor no hablar de ello. Pero no me he podido contener cuando he visto que Netflix anunciaba que The Witcher había sido el estreno más visto en esta plataforma de vídeo, no me lo creía.
El punto clave del asunto es que Netflix ha cambiado su criterio para decidir si alguien ha visto o no un capítulo de una serie o una película. Hasta hace poco, hacía falta reproducir el 70% de un vídeo para que se considerara como visto; ahora, con dos minutos pasa a ser considerado como una visualización. Con esta nueva métrica es como esta serie mediocre se ha alzado como el estreno más seguido: 76 millones de hogares han visualizado al menos dos minutos de la serie durante las cuatro semanas iniciales.
Igual dos minutos no son suficientes para ver la calidad de cualquier vídeo, pero, para mí dice bien poco de los abonados de Netflix (y yo me cuento entre ellos) el hecho de que sea el estreno más exitoso.
Pero, ¿por qué cambiar la métrica? Una razón puede ser la competencia de Disney y Apple con sus propias propuestas. Ahora todos los estrenos de Netflix van a ser un éxito de público. ¿Quién no se ha pasado una de esas tardes tontas de frío o de calor tórrido haciendo zapping por el contenido de Netflix (o HBO, Movistar+...)? Y dos minutos es un suspiro, un poco más que un trailer.
Y es que Netfllix está siendo escrutado porque lleva casi un año fallando en sus estimaciones de crecimiento de suscriptores en Estados Unidos, que es el mercado que más les preocupa a los inversores. Fuera de Estados Unidos y Canadá, las cifras de Netflix están fuera del alcance de su competencia, pero en el mercado de Estados Unidos y Canadá lo tiene que demostrar.
De momento los datos están así: 167 millones de abonados en todo el mundo, de los cuales, la mayoría, 106 millones, pertenecen al "resto del mundo". El problema que ven los inversores es que el precio de la suscripción es más alto en norteamérica y la enorme inversión que necesita para mantener el ritmo de producción de contenido.
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