En el universo de los prototipos de carreras más extravagantes jamás construidos, el OSI Silver Fox ocupa un lugar especial. Este singular vehículo, que más parecía una nave espacial que un automóvil convencional, nació de la mente visionaria del legendario piloto Piero Taruffi y la firma italiana Officine Stampaggi Industriali. Tras décadas en el olvido, este "zorro plateado" ha resurgido triunfante en el prestigioso Concorso d’Eleganza Villa d'Este 2025, donde oficialmente ha sido galardonado con el "Trofeo Auto and Design".
El Nacimiento de una Leyenda
La historia del Silver Fox comenzó en 1966, cuando Piero Taruffi, el último ganador de la legendaria Mille Miglia en 1957, presentó una propuesta radical a los ingenieros de OSI. Taruffi, conocido por su cabello plateado y su astuto estilo de conducción que le valieron el apodo de "Silver Fox" (Zorro Plateado), había estado reflexionando durante años sobre un concepto revolucionario: un automóvil de carreras con diseño de catamarán.

Officine Stampaggi Industriali, fundada por el ex-presidente de Ghia Luigi Segre, era una de las firmas de carrocería más prestigiosas de Italia en los años 60. Conocida por sus ideas innovadoras y por construir modelos únicos para marcas como Alfa Romeo, Ford e Innocenti, OSI decidió apostar por este proyecto visionario que desafiaría todas las convenciones del diseño automotriz.

Un Diseño Que Desafió la Lógica
El Silver Fox que debutó en el Salón del Automóvil de Turín en 1967 causó una sensación inmediata. Su diseño de doble casco era absolutamente revolucionario: dos elegantes mitades corporales corrían paralelas entre sí, conectadas por tres estructuras aerodinámicas en forma de ala que creaban un efecto visual extraordinario y único.

Esta configuración no era solo estética. Las tres alas aerodinámicas estaban diseñadas para mejorar la carga aerodinámica y aumentar la estabilidad a altas velocidades. El ala frontal solo podía ajustarse manualmente con el vehículo detenido, mientras que el conductor podía ajustar proactivamente el ala central grande mientras el coche estaba en movimiento. Una tercera ala fija completaba el sistema en la parte trasera, permitiendo al piloto adaptar la aerodinámica según la velocidad y el estilo de conducción.
Ingeniería Contra Intuición
Para equilibrar el peso, OSI instaló un motor Renault Alpine de cuatro cilindros y 1.0 litros en el pod izquierdo, montado en ángulo oblicuo detrás del asiento del conductor. Esta ubicación contrarrestaba el peso del piloto situado en el pod derecho. A pesar del modesto desplazamiento, la construcción liviana y el diseño aerodinámico bien concebido permitían al Silver Fox alcanzar una velocidad máxima superior a los 250 km/h (155 mph).

Para poner esto en perspectiva, en 1967 el automóvil más rápido del mundo era el Lamborghini Miura V12 con una velocidad máxima de 278 km/h (173 mph). OSI había logrado trabajar su magia usando aerodinámica en lugar de potencia bruta, demostrando que la innovación podía competir con la fuerza bruta.
El Destino Truncado y la Resurrección
Originalmente concebido para competir en el Grupo B6 y en las 24 Horas de Le Mans, así como para establecer récords de velocidad, el Silver Fox nunca llegó a cumplir su destino. OSI quebró a principios de 1968, convirtiendo a este prototipo en una pieza única que jamás tuvo siquiera una prueba de manejo, y mucho menos compitió en carreras.

Sin embargo, la historia no terminó ahí. Un coleccionista adquirió posteriormente el prototipo rodante -sin motor ni caja de cambios, pero con todos los planos originales de OSI. Durante diez años, continuó desarrollando el automóvil manteniéndose completamente fiel al diseño original, hasta que todos los sistemas, incluida la aerodinámica activa, estuvieron completamente operativos tal como se había planeado inicialmente.
El Triunfo en Villa d'Este 2025
Décadas después de su creación, el OSI Silver Fox ha encontrado su momento de gloria en las orillas del Lago Como. En el prestigioso Concorso d'Eleganza de Villa d'Este 2025, este peculiar prototipo no solo fue exhibido sino que también rodó entre los asistentes, capturando la atención con sus proporciones extrañas y su espíritu ambicioso.
El reconocimiento oficial llegó con el galardón "Trofeo Auto and Design” por el diseño más impresionante del evento, un galardón que celebra precisamente lo que hace único al Silver Fox: su capacidad de emocionar y sorprender. Pero para nosotros, el equipo de CarDesign.es, este automóvil merece algo más que un reconocimiento oficial. En nuestro particular referéndum público, en nuestra valoración personal, el OSI Silver Fox se alza con nuestro propio Coppa d'Oro, nuestro Best of Show personal.

¿Por qué esta distinción especial? Porque el Silver Fox representa todo lo que admiramos en el diseño: audacia, innovación, funcionalidad y una visión que trasciende su época. No es solo el diseño más emocionante, es el más valiente, el más visionario, el que demuestra que las ideas verdaderamente revolucionarias nunca pierden su capacidad de asombrar.
El OSI Silver Fox representa más que un simple prototipo de carreras; es la materialización de una visión que se adelantó décadas a su tiempo. Su diseño de catamarán terrestre, que algunos bromistas han descrito como "el vehículo perfecto para los momentos en que necesitas viajar con tu ex-pareja" debido a sus cabinas separadas, o como el coche ideal "si pudiera dividirse en dos y cada mitad funcionara como una motocicleta cerrada, perfecto para parejas trabajadoras que comparten parte de su trayecto al trabajo", sigue fascinando por su originalidad.

En una época donde la aerodinámica automotriz sigue evolucionando, el Silver Fox nos recuerda que las ideas más audaces a menudo nacen de mentes dispuestas a desafiar lo establecido. Piero Taruffi y OSI crearon algo que trascendió su tiempo, y su reconocimiento oficial en Villa d'Este 2025 con el premio "Trofeo Auto and Design”, confirma que las verdaderas innovaciones nunca mueren, solo esperan su momento para brillar nuevamente y seguir emocionando a nuevas generaciones de entusiastas del diseño automotriz.
