Durante la 32º edición de Goodwood Festival of Speed se ha celebrado el 60 aniversario de Gordon Murray en la historia del automovilismo internacional, reuniendo a diversas de sus grandes creaciones junto con pilotos legendarios de primer nivel como Alain Prost, Dario Franchitti o David Brabham en una exhibición con un repertorio de espectáculo sin igual.
Entre el 10 y el 13 de julio se organizó una edición muy especial del Festival of Speed, la cual celebró las seis décadas de genialidad de Gordon Murray, uno de los ingenieros y diseñadores más influyentes del automovilismo moderno. En torno a una escultura central con forma del escudo de la marca GMA, el diseñador sudafricano‑británico vio desfilar por la célebre colina muchas de sus creaciones más revolucionarias, desde el humilde IGM‑Ford T1 con el que empezó a soñar en Durban hasta el flamante GMA T50 que hoy encarna su filosofía de ligereza extrema.
Origen de una leyenda
La trayectoria de Gordon Murray es una lección magistral de creatividad aplicada a la ingeniería y, seis décadas después de su primera soldadura, su figura sigue iluminando Goodwood y cualquier circuito donde ruja un motor. Nacido en Durban, Sudáfrica, en 1946, Murray construyó en 1965 su primer coche, el IGM‑Ford T1, un ligero clubman con motor de 1,1 litros que él mismo pilotaba en los campeonatos locales. Aquel chasis de garaje, lleno de soldaduras imperfectas pero ideas muy claras sobre peso y rigidez, marcó el punto de partida de su obsesión por la simplicidad estructural.
Con apenas 23 años se trasladó al Reino Unido y fichó por Brabham. Allí firmó joyas como el BT44 y, sobre todo, el polémico BT46B “fan car” de 1978, que utilizaba un ventilador para succionar el aire bajo el suelo y generar adherencia descomunal: ganó su única carrera antes de que los rivales forzaran su retirada. El ingeniero ya había demostrado que las normas son un punto de partida, no un límite.

El siguiente hito fue el BT52, concebido en apenas seis semanas tras un cambio reglamentario que prohibía los efectos suelo convencionales. Con su forma de flecha y un turbo BMW de más de 800 CV en clasificación, Nelson Piquet se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 en 1983, primer título para un motor sobrealimentado y consagración definitiva del método Murray. McLaren lo fichó en 1987 y, un año después, el MP4/4 arrasó: 15 victorias en 16 grandes premios con Senna y Prost al volante. El coche, bajísimo y radicalmente aerodinámico, sigue siendo el monoplaza más dominante de la historia moderna. Murray demostró que podía adaptar su ingenio a un equipo distinto sin perder eficacia.
De la pista saltó a la carretera como responsable de McLaren Cars, donde creó el McLaren F1 de 1992. Sus cifras, 386 km/h, posición de conducción central, V12 atmosférico, redefinieron el concepto de superdeportivo y lo convirtieron en leyenda, aún reverenciada treinta años después. Paralelamente, Murray cofundó la Light Car Company y diseñó el Rocket, un biplaza ultraligero de menos de 400 kg con motor de moto Yamaha: un juguete para puristas que anticipaba su cruzada por la ligereza extrema aplicada al placer de conducir.
En 2007 nacía Gordon Murray Design, orientada a industrializar su proceso iStream, que sustituye la chapa prensada por un bastidor tubular y paneles compuestos. El primer escaparate fue el T.25, un microcoche urbano de 630 kg presentado en 2010, luego adaptado a versión eléctrica T.27, capaz de 74 mpg y pensado para fabricarse con un 60 % menos de energía que un utilitario convencional.

Con Gordon Murray Automotive, fundada a finales de 2017, volvió al segmento de los supercoches. El T.50, revelado en 2020 y ya en producción limitada, pesa 986 kg y monta un V12 Cosworth que gira a 12 100 rpm; su ventilador trasero retoma la idea del BT46B para generar carga sin apéndices. En 2023 llegó la versión de circuito T.50s Niki Lauda, todavía más ligera y sin restricciones de escape.
La ofensiva continuó con el T.33 coupé (2024) y, poco después, el T.33 Spider, presentado con techo desmontable y el mismo V12 de 617 CV afinado para el disfrute en carretera abierta. Ambos modelos comparten la filosofía “menos es más”, prescindiendo de ayudas electrónicas intrusivas y apostando por la pureza dinámica.
El clímax de esta década llegó en julio de 2025, cuando Goodwood dedicó su escultura mermaid‑yellow a Murray y alineó más de veinte de sus creaciones, del IGM‑Ford T1 al T.50s, pasando por el Brabham BT52 y el McLaren F1. El propio ingeniero anunció que presentará dos nuevos proyectos en Monterey Car Week este agosto, señal de que su imaginación sigue acelerando a fondo.
Sesenta años después, Gordon Murray mantiene intactas sus obsesiones: hacer coches más ligeros, más eficientes y, sobre todo, más divertidos. De los circuitos sudafricanos al futuro eléctrico, su nombre simboliza la rebelión creativa que mueve la industria hacia territorios desconocidos. Y lo mejor, como él mismo insinúa, está por llegar.
La historia de Gordon Murray, el creador del McLaren F1 y del GMA T.50
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Espectáculo en el Hillclimb
La atracción estrella del encuentro británico sigue siendo el célebre Hillclimb: un tramo de subida que, este año, lució una parte de la colección de creaciones de Gordon Murray. Cada mañana, la organización detuvo el programa del evento para celebrar el “Gordon Murray: 60 Years of Revolutionary Design Moment”, momento homenaje en el que inicialmente más de diez vehículos realizaron la ascensión en formación, a ritmo comedido, para ofrecer una estampa conjunta en el recorrido de subida abriendo paso el GMA T.50 a manos de Dario Franchitti junto con el Duque de Richmond de copiloto inaugurando oficialmente el Festival of Speed. Después, cada vehículo afrontó la pendiente de forma individual, pisando fuerte el acelerador y regalando auténticas ráfagas de velocidad a lo largo de los cuatro días de festival.
Autores: Jorge El Busto y Aitor Puy
Abría el convoy Alain Prost, al volante del mítico McLaren‑Honda MP4/4 de 1988, secundado por David Brabham en su Brabham BT44 de 1973. Tras ellos, Danny Sullivan pilotaba el Duckhams LM‑Ford de 1972, seguido de Riccardo Patrese con un Brabham‑BMW BT52 de 1983 y Alexander Ames en el Brabham‑Cosworth BT49C de 1979. El trío de McLaren F1 GTR, con Joe Macari y Evgeny Kireev a los mandos, más un F1 GTR Longtail conducido por Kenny Brack, mantenía el pulso antes de que los últimos bólidos tomaran la escena: los tres superdeportivos de Gordon Murray Automotive. Billy Carver llevó el T.50 PS4, Dario Franchitti domó el T.50S XP1 y Steve Hayes completó la escalada con el T.33 AP4, todos vitoreados por miles de aficionados que flanqueaban el trazado.
Homenaje en la Goodwood House
Goodwood Festival of Speed reservó su “Central Feature” de 2025 a Gordon Murray, y el artista Gerry Judah ideó un arco escultórico inspirado en la sirena que adorna el emblema de Gordon Murray Automotive. En la cresta del conjunto emergen dos piezas clave: el GMA T.50, heredero espiritual del McLaren F1, y el Brabham-BMW BT52 campeón del mundo, reflejando la dualidad entre carretera y circuito de su creador.
Autores: Jorge El Busto y Aitor Puy
Una vez completado el recorrido y espectáculo en la icónica colina, los distintos vehículos descendieron de nuevo hasta la línea de salida y enfilaron rumbo al corazón del recinto: la señorial Goodwood House, epicentro de la celebración. En la finca del Duque de Richmond, Charles Gordon‑Lennox, se congregaron pilotos y figuras del automovilismo como Alain Prost, Dario Fraschitti o David Brabham junto a los monoplazas y vehículos alineados sobre el empedrado de la plaza ante el balcón principal desde los modelos IGM-Ford T1 hasta el novedoso GMA T.33 AP4 mencionando también a los icónicos IGM T4, Light Car Company Rocket, Duckhams LM-Ford, Brabham BT44, Brabham-Cosworth BT44B, McLaren F1, McLaren F1 GTR, McLaren BMW F1 GTR Longtail, GMA T.50 PS4 y GMA T.50S XP1. Mientras sonaba la música ambiente, un brillante despliegue de fuegos artificiales teñía el cielo con destellos de color, poniendo el broche de oro a la ceremonia.
Autor: Jorge El Busto
El propio Murray, copa de vino tinto en mano, contempló satisfecho cómo sus creaciones rodeaban la rotonda principal. Una vez estacionados, un espectáculo de fuegos artificiales tiñó el cielo de amarillo, rojo y verde, los colores que han acompañado a muchas de sus máquinas ganadoras. El homenaje a Gordon Murray se enmarca en una edición con el tema “The Winning Formula: Champions and Challengers”, que también conmemoró los 75 años de la Fórmula 1 y reunió a más de 100 monoplazas históricos junto a leyendas como Prost, Stewart, Hakkinen o Villeneuve.
Celebración en Ballroom Paddock
La celebración de Gordon Murray en Goodwood Festival of Speed 2025 continuó el jueves 10 de julio con una muestra especial dirigida a una de las escuderías más icónicas de la Fórmula 1, Brabham. La exposición dedicada a la escudería británica celebró el exitoso pasado de la escudería y las seis décadas de diseño revolucionario por la genialidad de Gordon Murray mediante una exposición especial dispuesta en una carpa situada en la zona central del Ballroom Paddock.
Los once monoplazas ordenados cronológicamente repasan la historia del diseño innovador de Murray en la alta competición de Fórmula 1 con los modelos Brabham-Cosworth BT44 de 1974 pilotado por Carlos Reutemann y Rikky von Opel, Brabham-Cosworth BT44B de 1975 pilotado por Carlos Reutemann y Carlos Pace, Brabham-Alfa Romeo BT45C de 1978 pilotado por Niki Lauda y John Watson, Brabham-Alfa Romeo BT46B de 1978 pilotado por Niki Lauda y John Watson, Brabham-Alfa Romeo BT48 de 1979 pilotado por Niki Lauda y Nelson Piquet, Brabham-Cosworth BT49C de 1981 pilotado por Nelson Piquet y Riccardo Patrese, Brabham-Cosworth BT49D de 1982 pilotado por Nelson Piquet y Riccardo Patrese, Brabham-BMW BT50 de 1982 pilotado por Nelson Piquet y Riccardo Patrese, Brabham-BMW BT52 de 1983 pilotado por Nelson Piquet y Riccardo Patrese, Brabham-BMW BT53 de 1984 pilotado por Nelson Piquet y Teo Fabi, Brabham-BMW BT54 de 1985 pilotado por Nelson Piquet y Marc Surer, y Brabham-BMW BT55 de 1986 pilotado por Riccardo Patrese y Derek Warwick.
Además de los monoplazas de la escudería Brabham, también se exhibió el icónico monoplaza McLaren-Honda MP4/4 de la temporada 1988 en la cual se debatieron los pilotos Ayrton Senna y Alain Prost durante el campeonato, un monoplaza que Murray se basó en el diseño del Brabham BT55 para el desarrollo de su diseño.