Dacia ha llevado su nuevo Bigster al norte de España, con una cita en San Sebastián que actúa como última parada del recorrido en la zona del Bigster Tour 2025. El acto, celebrado el 8 de octubre de 2025 en el Real Club de Tenis de Donostia, sirve para acercar a clientes y medios el C-SUV llamado a coronar la gama de la marca por espacio, simplicidad de uso y precio contenido. La gira ha recorrido doce ciudades españolas y, aunque la marca no ha publicado oficialmente el orden de todas las fechas, los itinerarios difundidos por concesionarios sitúan a San Sebastián al final del calendario en el norte.
La firma ha planteado el recorrido del Bigster como una gira con convocatorias locales —presentaciones, contacto de producto y pruebas— en distintas ciudades. La cita donostiarra supuso el cierre del tramo norte del tour, con la red local (Gaursa) como anfitriona y con presencia del equipo directivo de Dacia España. Más allá del formato, el mensaje es claro: el Bigster marca la entrada de la marca en el segmento C-SUV, sin perder su promesa de “más coche por menos”.
Proporciones, lenguaje e interior
En vivo, el Bigster presenta proporciones rotundas: carrocería larga (en torno a 4,60 m), volúmenes sencillos y superficies limpias que buscan robustez sin artificio. La firma lumínica y el tratamiento de las aletas anchas refuerzan la lectura de anchura, y el capó casi horizontal ayuda a esa sensación de “herramienta bien hecha” que la marca persigue. Es un diseño deliberadamente geométrico y honesto, coherente con la filosofía de “ir a lo esencial”.

Por dentro, el Bigster evita la sobredosis de pantallas y apuesta por una interfaz clara: dos displays (hasta 10,1” en el central), menús sencillos y mandos físicos para lo diario. El sistema Media Display es compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbrico, y el coche incorpora puntos YouClip para fijar accesorios con orden. Todo respira esencialidad: materiales honestos, almacenamiento útil y una postura de conducción fácil de ajustar.
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La segunda fila ofrece buen acceso gracias a puertas amplias y una banqueta que facilita el anclaje de sillitas infantiles. Dacia no persigue el “efecto tablet” sino la usabilidad: HMI directa, ergonomía simple y una conectividad suficiente para el día a día.
Arquitectura y prestaciones: híbrido, GLP y 4x4
La gama española se articula en torno a mecánicas electrificadas con etiqueta ECO: el HYBRID 155 (pleno full hybrid), el mild hybrid 140, opciones GLP (ECO-G 140) y variantes 4x4 asociadas a la hibridación ligera, con cinco modos de conducción en las versiones de tracción total (Auto, Snow, Mud/Sand, Eco y Off-road). Es una oferta que cubre usos urbanos y salidas fuera del asfalto sin complicaciones.

Al volante, el Bigster busca más eficiencia que pura cifra: el híbrido puede rodar gran parte del tiempo en modo eléctrico en ciudad y la tracción 4x4 añade seguridad en nieve o barro. Además, Dacia recuerda la huella industrial española del proyecto —con el HYBRID 155 relacionado con producción en Valladolid—, reforzando el relato local en presentaciones como la de Sevilla y ahora el cierre del recorrido en el norte.
En la presentación de San Sebastián realizamos una mini entrevista a Laurent Sengenes, director general de Dacia España, sobre la estrategia mecánica del Bigster y el papel de GLP y YouClip en la propuesta.
“Bigster es nuestro asalto al segmento C y queríamos motorizaciones 100% etiqueta ECO: microhíbrida, GLP microhíbrida y híbrida de 155 CV, con motor fabricado en Valladolid”, nos explicó Sengenes. “El GLP no solo mejora la relación valor-precio, también optimiza el coste de uso mensual del cliente, que es clave en nuestra ambición de ofrecer movilidad asequible para todos”

Sobre YouClip, Sengenes fue claro. “Tiene mucho éxito porque permite personalizar el interior según tus necesidades sin pagar por cosas superfluas. En el Bigster hay múltiples puntos —delante y detrás— y es un concepto que seguiremos impulsando en la gama”.
De serie, el Bigster integra los ADAS exigidos por la normativa europea: frenada de emergencia, asistente de velocidad con lectura de señales, alerta y mantenimiento de carril, entre otros. En conjunto con su volumen de carga y la polivalencia de motorizaciones, se posiciona como la alternativa racional del segmento: más coche por el dinero, sin artificios.
