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Fallece Tom Matano, el diseñador que dio vida al Mazda MX-5

Fallece Tom Matano, el diseñador que dio vida al Mazda MX-5

El creador del Miata, icono global del diseño automovilístico, muere a los 76 años en California

Por Alfonso de Castañeda
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alfondcctelycom4com/8/8/17
miércoles 24 de septiembre de 2025, 11:00h

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El mundo del diseño automovilístico despide a Tsutomu “Tom” Matano, quien ha fallecido el pasado 20 de septiembre a los 76 años. Considerado uno de los padres del Mazda MX-5, el deportivo más vendido de la historia, Matano deja tras de sí una trayectoria marcada por la innovación, la pasión y la capacidad de trasladar la emoción del automóvil a las líneas de un boceto.

De Nagasaki a Detroit: el inicio de un camino global

Nacido en 1947 en Nagasaki, ciudad devastada dos años antes por la segunda bomba atómica, Matano creció en un entorno de posguerra complicado. En los años sesenta estudió ingeniería en Tokio y, con apenas 23 años, emigró a Estados Unidos en un carguero con destino a Norteamérica para perseguir una carrera en el diseño.

Su talento pronto atrajo la atención de General Motors, donde comenzó en 1974 tras destacar en un concurso de diseño para Pontiac. Su periplo le llevó después a Australia, donde participó en el Holden Torana, y más tarde a Europa, trabajando para BMW en Múnich y colaborando con Volvo. Esta experiencia internacional lo dotó de una visión amplia y versátil, clave en su futuro papel en Mazda.

En 1983, Matano se unió al estudio de Mazda en Norteamérica como jefe de diseño, tras coincidir con Bob Hall, periodista reconvertido en directivo que había convencido a la compañía para desarrollar un deportivo asequible inspirado en los roadsters británicos de los años sesenta. La visión de Hall necesitaba un ejecutor, y Matano fue la pieza decisiva.

El resultado inicial fue el Concept Duo 101, presentado en 1984, que anticipaba las líneas del futuro Miata. Cuatro años después, en el Salón de Chicago de 1989, se reveló al mundo el Mazda MX-5. Con su silueta redondeada, los faros escamoteables y un carácter lúdico, aquel modelo se convirtió en un éxito instantáneo. Desde entonces se han producido más de 1,2 millones de unidades en cuatro generaciones, consolidando al MX-5 como el roadster más vendido de la historia.

Más allá del Miata: RX-7, MX-6 y experimentación

Aunque el MX-5 definió su legado, la huella de Matano se extendió a otros proyectos decisivos de Mazda. La tercera generación del RX-7, conocida como FD, figura entre sus creaciones más celebradas, con un diseño fluido y agresivo que marcó los años noventa. También dejó su sello en la segunda generación del MX-6 y en el Miata M-Coupé Concept de 1996, que exploraba una variante cerrada del pequeño deportivo.

Durante su trayectoria en Mazda asumió diversos cargos de gran responsabilidad: vicepresidente de diseño, director ejecutivo de operaciones en Norteamérica y, entre 1999 y 2002, responsable del estudio de diseño avanzado global en Japón, coordinando equipos en Frankfurt, Irvine, Hiroshima y Yokohama. En esos años consolidó la estrategia estilística de la marca, basada en proporción, movimiento y claridad visual.

Un diseñador con vocación docente

Tras dejar Mazda en 2002, Matano volcó sus esfuerzos en la enseñanza. Durante más de dos décadas dirigió la Escuela de Diseño Industrial de la Academy of Art University en San Francisco, donde compartió su experiencia con generaciones de estudiantes. Su mensaje era claro: “Diseñar siempre con verdad, en función de lo que hace el objeto, y con la máxima simplicidad posible, trabajando las proporciones, la actitud y el juego de luces y sombras”.

Su cercanía con los aficionados se mantuvo intacta. Habitual en concentraciones de MX-5 y RX-7, solía firmar autógrafos en los capós con la dedicatoria “Always Inspired”. Incluso participó en el videojuego Gran Turismo 7, relatando la génesis del Miata.

Con su fallecimiento, desaparece una figura clave de la transición del diseño japonés hacia el reconocimiento global. Pero las líneas que trazó en los años ochenta continúan inspirando a diseñadores y apasionados del automóvil en Europa, Japón y Estados Unidos. La emoción, su principio rector, permanece intacta.

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